ELECCIONES DE AGD-UBA: 26 AL 30 DE MAYO

El 31 de marzo se presentaron listas para las elecciones de la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires. Algunas semanas antes, una masiva asamblea de casi doscientos docentes aprobó arrancar el año con un importante plan de lucha; además, votó la Junta Electoral. En ella, la lista encabezada por la Agrupación Naranja, actual conducción del gremio, obtuvo el 70% de los votos y colocó cuatro de los cinco miembros de la Junta.

La Naranja, integrada por el Partido Obrero e independientes, encabeza la lista “Unidad Docente”, que presenta como candidata a secretaria general a nuestra compañera Ileana Celotto. De los trece candidatos titulares a la Mesa Ejecutiva, nueve son de la Agrupación Naranja y los cuatro restantes pertenecen a la Corriente Nacional Protagonismo y Lucha (CRCR-PCR). En puestos suplentes, participan docentes de Izquierda Socialista, destacados miembros de la asamblea de intelectuales en apoyo al Frente de Izquierda, como Eduardo Grüner, y activistas de la lucha contra las cesantías de la Universidad de Buenos Aires. Se destaca la presencia de varios dirigentes que fundaron la gremial, hace ya quince años, junto con militantes jóvenes que se sumaron a la AGD en los conflictos más recientes.

El PTS, a diferencia de años anteriores, no se pronunció ni concurrió a presentar lista alguna.

Los desafíos de esta elección

En primer lugar, reforzar a una gremial que desenvuelve una fuerte lucha política contra el gobierno, las camarillas y sus burocracias sindicales afines (Aduba, Feduba). A pocos meses de la asunción de un nuevo rector, producto del pacto entre kirchneristas, radicales y macristas, la lista Unidad Docente levanta un programa que une los reclamos salariales y laborales de los docentes con la lucha por la democratización del régimen universitario, en conjunto con el movimiento estudiantil. El fortalecimiento de la conducción naranja de la AGD también plantea consolidar a un sindicato que se ha convertido en una referencia para el clasismo en todo el movimiento obrero, particularmente en el contexto de la lucha política planteada en las elecciones de la CTA del próximo mes.

Retroceso de la oposición

La lista opositora, “Docentes por el cambio”, está liderada por Marea Popular y el Cauce. Afines a la centroizquierda de Lozano, se pegan a la conducción degennarista de Conadu Histórica. Critican la “intransigencia” de la Naranja y el Partido Obrero a partir de su consideración de aspectos “positivos” del gobierno: sobre esta base se aliaron con los decanos K de varias facultades, que movilizaron a sus camarillas para darles apoyo. Con la misma perspectiva, apoyaron un acercamiento con los otros gremios burocráticos. El fracaso de esta política explica su debilidad actual. En las elecciones estudiantiles de 2013 retrocedieron considerablemente, y perdieron en una sola noche los cuatro centros de estudiantes que dirigían a manos de la UJS. En las únicas dos gremiales que dirigen, Económicas y Filo, está planteada la posibilidad de que pierdan frente a la Naranja. Han debido repetir candidatos en varias facultades donde ya presentaban listas debido a las dificultades para conformarlas. Lejos del pretendido “basismo” y la “democratización”, tienen banca de camarillas profesorales y hasta del propio ministro de Economía en la facultad de Económicas. El ascenso de la izquierda expresada en el Frente de Izquierda ha fortalecido a la Naranja.

La campaña electoral arranca con el marco de un plan de lucha, que se inició el 5 de marzo y continuó el 12 con la marcha de CTA-CSC. Ahora, sigue con paros de 48 horas; el 22 y 23 de abril se cumplirán 6 días de huelga, por la reapertura de las paritarias y un convenio que defienda a los trabajadores docentes. Se realizaron marchas el 26 de marzo y una carpa universitaria el 8 de abril. El 10 fuimos parte del masivo paro de la clase obrera con una UBA desierta y un piquete de amplia repercusión pública junto a la Fuba.

Lucas Poy