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Del 2 al 4 de mayo de este año se llevarán a cabo las elecciones de renovación de las autoridades universitarias. Estas suceden cada dos años. Entre los cargos que se renuevan, se encuentra el claustro estudiantil (compuesto por cuatro estudiantes) y los consejeros departamentales, a razón de un consejero estudiantil por departamento académico (otros cuatro).

En las últimas elecciones, la disputa se dio únicamente entre dos fuerzas: la Granate (que responde directamente al rectorado) y la Verde, integrada por el PC y otras agrupaciones K, que se presenta como la alternativa progresista a la Granate. Estos últimos lograron conquistar el consejero por la minoría del claustro estudiantil, al cual sumieron a una parálisis total.

Este año sería la primera vez que la izquierda accede a presentarse en las elecciones. Esto no sólo se explica por la presentación de una lista unitaria de las agrupaciones que integran la izquierda en la universidad. Sino que también refleja la evolución de los estudiantes hacia nuevas posiciones políticas, producto de la pelea por poner en pie al movimiento estudiantil y sus organizaciones en la universidad (actualmente sólo existen dos centros de estudiantes, los cuales sólo representan a sus respectivas carreras).

La Lista Multicolor aparece como la única variante independiente del gobierno y de las autoridades, capaz de llevar a fondo las reivindicaciones de los estudiantes -las que son bloqueadas por la asfixia presupuestaria a la cual nos somete el gobierno y a la cual se adapta el Rectorado.

Lo sorprendente ante este escenario es el papel que está jugando el PTS, el cual, tras integrar las primeras reuniones del frente, optó por retirarse debido a la presencia en nuestra lista del PCR y SUR. La excusa es que hacer un frente con cualquiera de estas fuerzas es lo mismo que hacer un frente con Biner -razonamiento que, llevado al extremo, nos ubicaría hoy en un frente con la II Internacional o con la Otan. Este galimatías es el que impulsa al PTS a intentar presentar una lista del “Frente de Izquierda”, lo cual pasaría del divisionismo infantil a la estafa política.

La UJS se prepara para desenvolver una campaña de denuncia contra las autoridades universitarias y el gobierno en una disputa abierta con el kirchnerismo.

Es la oportunidad para conquistar consejeros independientes que movilicen a los estudiantes por sus legítimos reclamos.