Juventud

26/5/2011|1178

Universidad Nacional de Rosario: los radicales reeligieron a su rector

-Exclusivo de internet

El jueves 19 se llevó a cabo en la Facultad de Ingeniería la asamblea universitaria que tenía como único objetivo reelegir al radical Maiorana como rector de la UNR. Con 171 votos los radicales le ganaron al PS, que reunió sólo 52 asambleístas para que apoyaran su lista.

El hecho de que haya sido una cómoda victoria de Franja Morada sobre la camarilla del PS es un dato político significativo en sí mismo. Hace cuatro años, los radicales la ganaron por sólo nueve votos al candidato del PS en medio de una gran crisis política en toda la universidad. En ese momento la camarilla que se quedará al frente de la universidad tenía la tarea central de “normalizar la institucionalidad” frente al cuestionamiento del régimen (por su carácter antidemocrático y reaccionario) por parte del movimiento estudiantil. A partir de entonces, en el tiempo que transcurrió de una elección a la otra, los radicales actuaron en la dirección de entablar alianzas, aunando todo tipo de negociados con cada una de las camarillas profesorales de las diferentes facultades. Por lo tanto, el resultado de esta elección aparece como el resultado de esta política llevada adelante durante varios años.

Un acuerdo de principios

La base de este acuerdo de los radicales con la mayoría de las facultades, es una misma orientación social para la UNR. La “gestión” Maiorana, aplicó una política privatizadora en toda su dimensión y es a ese tren al que subió a cada uno de los decanos y compañía de las diferentes facultades. Los radicales aparecen de esta manera, como los que llevan a cabo un programa privatizador que el PS quiso pero no pudo aplicar con esta amplitud y profundidad. En estos cuatro años se volvieron a acreditar a la Coneau todas las carreras declaradas de interés público. Reformando planes de estudio, achicando contenido y engordando el mercado de posgrados. Maiorana creó una secretaría de posgrados para controlar este gigantesco negociado realizado sobre la base de la destrucción de los planes de estudio. Ahora van por la deuda pendiente que es acreditar Psicología. En las carreras humanísticas con el ProHum (en Historia y Letras) recibieron grandes cantidades de plata que por la lógica de este proyecto, debe ser “retribuida” en contrareformas. Este programa para la UNR ellos mismos se encargaron de sintetizarlo en un proyecto de contrarreforma que propagandizaron el año pasado y que ahora que pasó la elección ya están anunciando que intentarán aprobar. El mismo incluía el trabajo gratuito -pero ojo, “solidario” (¡!)- para las ONG, el Estado o empresas, recorte de contenido bajo el rótulo de “materias integradoras”, 30% de la curricula en PPP (prácticas pre-profesionales) para nombrar sólo una parte.

Un régimen reaccionario y antidemocráctico

La asamblea universitaria que eligió al rector fue la culminación del proceso eleccionario que estuvo precedido por la votación de cada uno de los decanos de las diferentes facultades. La UJS desde el comienzo intervino dirigiéndose al movimiento estudiantil y a la comunidad educativa en general con un mensaje claro: las elecciones de los decanos y la del rector constituían actos reaccionarios y antidemocráticos, desde el momento que sólo buscaban legitimar un régimen controlado por un puñado de profesores que defienden una orientación social capitalista para la educación. Por lo tanto, eran instancias ajenas y contrarias a nuestros intereses que los estudiantes teníamos que aprovechar para desenmascarar al propio régimen de cara al conjunto de los estudiantes y docentes.

Si esta elección del rector fue distinta a la de hace cuatro años en la composición y el armado de los bloques de camarillas, lo mismo sucedió en el movimiento estudiantil, no tanto por la composición, sino por los programas políticos expuestos. Ninguno de los centros de estudiantes que dirige la izquierda se animó a hacer una mínima crítica al régimen universitario a diferencia de lo sucedido en 2007. Por el contrario su política consistió en apoyar, donde podían, listas de sectores progresistas que mantienen una coexistencia pacífica con los radicales y por lo tanto avalando su programa para la universidad. La respuesta que los sectores de izquierda dan frente a un relativo fortalecimiento de los radicales, es integrarse al régimen universitario vía las camarillas progres. Por el contrario, la UJS sale de este proceso fortalecida, con nuevos compañeros y con la idea clara de que tenemos por delante la batalla necesaria de defender la independencia política del movimiento estudiantil para enfrentar a los privatizadores de la UNR.