Son diez los colegios tomados en Capital Federal (el lunes se sumaron el Normal 1, el Comercial 7 y el Padilla) que, por mandato de asamblea, se posicionan en contra de la “Secundaria del Futuro”, la nueva reforma educativa que quiere imponer el macrismo. 

 

El plan del gobierno busca continuar la degradación de la educación pública que impulsó en su momento el kirchnerismo con Daniel Filmus con la Ley de Educación Nacional y el macrismo (amparado por la Ley de Educación Nacional) en la ciudad con la NESC (Nueva Escuela Secundaria).

 

Incluye puntos como eliminar quinto año y reemplazarlo por un 50% de cursada en una fábrica o empresa a modo de “pasantía” donde el estudiante deberá trabajar gratuitamente para recibir su título secundario; la división de los primeros cuatro años en dos ciclos: ciclo básico y ciclo orientado que generará títulos intermedios aún más descalificados; y que un 70% de las clases funcionen a partir de plataformas y cuadernillos mediados por la tecnología bajo la figura de un “facilitador” (fuera del amparo del Estatuto del Docente) degradando y devaluando así, el rol del docente.

 

El gobierno, busca la aplicación de esta reforma en 16 escuelas “piloto” en 2018 y en 44 escuelas más en 2019.

 

Frente a este ataque a la educación pública, los colegios de la capital se encuentran en lucha: desde la semana pasada se han empezado a gestar asambleas de carácter resolutivo en varios colegios y ocho de ellas han decidido la toma de la institución: Liceo 9, Belgrano, Antonio Devoto, Plumerillo, Yrurtia, Normal 1 y Normal 10, uno a uno han ido sumándose a la medida.  

 

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Esto hace un contraste enorme con lo que ha sido el accionar de la dirección de la Coordinadora de Estudiantes de Base (las agrupaciones K Lobo Suelto-Patria Grande, La emergente, Cienfuegos, Proyecto Popular) que no solo en sus propios colegios se han posicionado en contra de la toma (en algunos todavía ni siquiera se realizaron asambleas para discutirla) sino que, en la reunión del sábado pasado de la CEB (Coordinadora de Estudiantes de Base) actuaron como secretarios de la ministra de educación porteña Soledad Acuña, dando argumentos para no luchar, excusándose en que las condiciones no están dadas, en que las bases no están informadas o incluso en que la reforma tiene puntos positivos. Ha intentado boicotear la medida, no llamando como coordinadora a tomar todos los colegios.

 

Son las mismas excusas y medidas que utilizó en 2013 cuando, junto con la burocracia kirchnerista de UTE y con el discurso de “participar” de la aplicación de la reforma, entregó la lucha en contra de la misma y esta terminó siendo aplicada en todos los colegios de la Capital recortando más de 140 orientaciones.

 

No podemos entregarle al macrismo una lucha más en contra de nuestra educación: las bases quieren luchar y tomaron 8 colegios en una semana.

 

Démosle a esta coordinadora una nueva dirección que se posicione a favor de las tomas y de cualquier medida de lucha que impulsen los colegios.

 

El martes 5 se estarán realizando, por mandato de varios colegios, distintos cortes de calle a lo largo de la Capital y el miércoles 6, una marcha estudiantil del Ministerio de Educación de la Nación (Pizzurno) al de la Ciudad (Paseo Colón); démosle fuerza a estas medidas e impulsemos asambleas resolutivas, festivales, cortes de calle y la toma de más escuelas, desarrollando una lucha docente-estudiantil que le ponga un freno a esta reforma antieducativa y que pelee por todas nuestras reivindicaciones.