LGBTI

1/8/2022

Acerca de las declaraciones de la OMS sobre los hombres gays y la transmisión de la viruela del mono

Así como en los ’80, la OMS vuelve a estigmatizar a la comunidad LGBT

El director de la OMS

Hace unos días, en una sesión informativa, el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus sostuvo que los hombres que mantenían relaciones con hombres eran los principales afectados por el brote de viruela de mono que comenzó el 29 de abril del corriente año. Por ese motivo es que solicitó a nuestra población que “reduzcamos las parejas sexuales para frenar los contagios”.

Las declaraciones del Organismo nos toman por sorpresa, porque debería ser un debate ya saldado al día de hoy, pareciera que se repite la misma historia. Así como en los 80 con el VIH eligen estigmatizar a la comunidad. Es curioso esto porque luego de que dio estas declaraciones dijo “el estigma y la discriminación pueden ser tan peligrosos como cualquier virus”, es difícil que una comunidad ya estigmatizada pueda luchar contra el estigma cuando la máxima autoridad mundial en el área de la medicina decide comunicar de manera incorrecta el preocupante avance de un virus.

La transmisión de la viruela del mono

En lo que refiere a transmisiones del virus, no hay grupos de riesgo, hay prácticas de riesgo. Esto quiere decir que el virus de la viruela del mono no se da solamente en hombres homosexuales/bisexuales, sino que pueden afectar a toda la población, independiente de su género y el género de las personas con las que elige tener relaciones. La transmisión del virus puede darse en cualquier persona que lleve adelante conductas de riesgo. Este virus, además, no se transmite sólo de manera sexual, sino que “Las personas pueden contagiar la viruela del mono a otras personas mediante contacto directo de la piel con fluidos corporales infectados o al compartir ropa de cama, vestimenta o toallas. También puede propagarse a través de las gotículas respiratorias grandes de las personas infectadas (…) Una persona es contagiosa desde el momento en que se desarrollan los síntomas hasta que se caen las costras del sarpullido y la piel se ha curado por completo” (David Kimberlin 29/07/2022).

Las consecuencias de la estigmatización

¿Cuál es el peligro entonces con asignar a determinado grupo el riesgo de una enfermedad, cualquiera sea la misma? Podemos ver el ejemplo que antes mencionábamos. El VIH, que en la década de los ’80 se la conocía como “la peste rosa”, en el mundo de la medicina se lo nombró antiguamente como “GRID” (Gay-related Immune deficiency). Esto llevó primeramente al aumento del estigma: cualquier hombre gay/bisexual y más tarde mujeres trans eran “portadores” del virus, iniciando así discursos de odio relacionados a la supuesta promiscuidad de la comunidad y dando lugar a peroratas anticientíficas como la de la Archidiócesis católica de Nueva York, que usaba fondos estatales para sus campañas contra la educación sexual relacionada al VIH, la distribución de condones y que la única prevención era la abstinencia.

Lo segundo que pasó es que el resto de la población se “relajó” en la prevención del virus y al día de hoy podemos ver las consecuencias: más del 50% de los diagnósticos de VIH se dan en personas heterosexuales (Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido, 2022) , que además como las campañas de prevención no son dirigidas a ellxs, tienden a tener diagnósticos tardíos algo que incurre en que se produzca un mayor daño en el sistema inmunitario (Perfil, 10/2). En aquellos días y hoy, el llamado a cuidarse debe ser a toda la población.

La mayor conducta de riesgo es el ajuste en salud

Más allá de las conductas de riesgo y las prevenciones que por supuesto instamos a que todas las personas tomen, la mayor conducta de riesgo es la de los gobiernos que en medio de brotes, epidemias y pandemias eligen ajustar en salud. Lo vimos durante los ’80 que debido al oscurantismo se decidió no invertir en investigar rápidamente las verdaderas causas de la transmisión del VIH.

Lo vimos con el coronavirus en los últimos años, que por los negociados de los laboratorios, los gobiernos cómplices y la OMS que tan preocupada por la salud de la población se muestra pero ninguno avanzó con los pedidos de liberación de las patentes de vacunas y demás medicamentos necesarios, terminando en miles de muertes evitables. Si no se avanza con una verdadera campaña de prevención, el desenlace va a ser similar.

La lucha por la defensa de la salud de la población está totalmente ligada a la lucha contra los gobiernos que ajustan y contra los intereses de los capitalistas que lucran con la enfermedad y la muerte.

https://prensaobrera.com/politicas/un-superministro-para-un-gobierno-agotado