LGBTI

9/2/2018

Atroz travesticidio en la ciudad de Rincón, Santa Fe

Justicia por Adriana “Cuqui” Bonetto

Agrupación LGBTI 1969 Santa Fe capital

Adriana “Cuqui” Bonetto, una mujer trans de 45 años, fue hallada brutalmente asesinada en su domicilio del barrio Los Espinillos de la ciudad de San José del Rincón, a siete kilómetros de Santa Fe capital. Adriana trabajaba en un geriátrico y cuidaba personas mayores a domicilio; era muy querida y respetada por todos sus familiares y vecinos.


En la mañana de ayer, los vecinos notaron que la puerta de la vivienda estaba abierta y que había rastros de sangre en toda la entrada. Enseguida dieron aviso a la policía: Adriana yacía sin vida en el piso del dormitorio, cubierta con una sábana. Según las primeras pericias de la Comisaría de Distrito 14.° y de la sección Homicidios de la PDI, Adriana fue golpeada y apuñalada con saña esta madrugada.


De acuerdo con el informe oficial y testimonios de vecinos a los medios locales, en la casa estaba todo revuelto y había manchas de sangre en el dormitorio y en el baño. En un lavabo se encontró vestimenta ensangrentada, por lo que se supone que el victimario habría querido borrar las huellas del crimen. Detrás de un ropero, la policía encontró un machete, elemento que podría ser clave para la investigación. No se encontraron la moto de Adriana, ni su celular ni su billetera. La fiscal que está a cargo del caso, Ana Laura Gioria, ordenó inmediatamente la autopsia del cuerpo y la declaración de testigos.


Algunos vecinos afirmaron que Adriana llegó junto a un hombre a la vivienda desde la plaza principal de la localidad, que queda a unas cuatro cuadras; dijeron que vieron retirarse al hombre en la moto de la víctima. “Era petiso y llevaba el pelo atado; salió con un casco de moto”, relató un vecino. Además, los vecinos testificaron que el hombre la visitaba frecuentemente y siempre llegaba a la vivienda encapuchado o tapándose el rostro. Patricia, hermana de Adriana, dijo que la víctima salía con este hombre (a quien todos indican como el asesino) hacía poco más de un año.


Impunidad


Este atroz travesticidio es el asesinato número 11 en el departamento La Capital en lo que va del año 2018 y es el sexto crimen de odio que pesa sobre los hombros del gobierno provincial de Miguel Lifschitz.


La comunidad trans en Santa Fe es de alrededor de 1000 personas (según datos oficiales); la mayoría de mujeres trans –en todo el país–, no supera la expectativa de vida de 35 años: son expulsadas de los ámbitos familiar y educativo a temprana edad, no tienen garantizado un acceso real a la salud ni al trabajo formal, se encuentran expuestas a la violencia de la prostitución como alternativa de supervivencia, a enfermedades de transmisión sexual, a adicciones y a vejaciones institucionales y de proxenetas. Cuando no a la fatalidad: son los casos de Vanesa Zabala en Reconquista (brutalmente asesinada el 29 de marzo del 2013; después de cuatro años de lucha de su familia y de la movilización popular, la justicia condenó a los asesinos); y el de Pamela Tabares en Rosario (que fue acribillada el 26 de julio del 2017 en la ciudad de Pérez, sur de la provincia, mientras esperaba una ayuda que el Estado nunca le brindó; por este crimen, aún no hay justicia).


En los últimos tres años de administración del FPCyS (Frente Progresista Cívico y Social), no hubo justicia en ninguno de los casos de asesinatos de mujeres trans que superaron ese promedio de vida: Fernanda “Coty” Olmos de Santa Fe (59 años, asfixiada y apuñalada en su casa el 25 de septiembre de 2015, sin detenidos); Mónica “Chiviro” Ortiz de Rosario (54 años, apuñalada y cremada en su casa el 25 de junio de 2016, sin detenidos); Chiche Castañeda de Santa Fe (74 años, fallecida a raíz de ataque cardíaco por robo en su casa el 3 de mayo de 2016, sin investigarse).


Adriana también había superado ese promedio, y sin embargo tuvo el mismo lamentable final. Impulsemos la organización de la comunidad LGBTI con independencia del Estado y los gobiernos. Exigimos inmediata justicia por nuestra compañera trabajadora Adriana “Cuqui” Bonetto. ¡Basta de travesticidios!