El sábado 19 de noviembre se desarrolló la 14° Marcha del Orgullo en Córdoba. Hubo una columna independiente de los gobiernos y partidos patronales, que partió desde el Puente Centenario y tuvo su cierre con un acto en el Arzobispado.

La columna independiente del Frente de Izquierda-Unidad plantó una tribuna de lucha en medio de la cooptación del gobierno y la oposición al armado de la movilización que no podía estar más alejada de los reclamos del colectivo LGBTI.

La marcha oficialista no hizo mención a la exigencia que recorre el país por la aparición con vida de Tehuel. La desaparición de Tehuel es caso testigo de la situación de violencia y vulneración de derechos que sufre el conjunto de la población trans.

La movilización bancada por el gobierno se limitó a ser una jornada de festejo cuando la realidad de las disidencias es alarmante, solo como botón de muestra basta con recoger los datos que señalan las perspectiva de vida del colectivo trans travesti  de entre 35 y 40 años.

Por su parte la columna del FIT-U hizo una profunda denuncia al Estado, exigiendo la real implementación del cupo laboral travesti -trans, la separación de la iglesia del Estado, exigiendo la libertad de las presas mapuche, la no criminalización de la protesta, la reglamentación ya de la ley de respuesta integral de VIH, Hepatitis y Tuberculosis y la denuncia al ajuste del gobierno y el FMI.

En un contexto de profundización de la crisis que golpea las condiciones de vida de la clase obrera, el movimiento LGBTI sufre también la vulneración de sus derechos, la persecución policial, la falta de acceso a la educación, a la salud, a la vivienda y al trabajo genuino.

Los partidos patronales que se adjudican nuestras conquistas son los responsables de la miseria en la que vive la mayoría de nuestra comunidad. La intervención del Estado y de las empresas privadas en estas marchas del orgullo van en pos de quitarle el contenido político, para poder lucrar con nuestra imagen y nuestras luchas.

La movilización independiente del gobierno y las iglesias, es el camino para que las disidencias conquisten todos los reclamos pendientes. Para defender el orgullo, nos plantamos contra el gobierno y los políticos capitalistas.