LGBTI

23/1/2020

El lenguaje inclusivo de Kicillof es una máscara del ajuste para todes

Agrupación 1969

El gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof anunció este martes la implementación del lenguaje inclusivo en toda la administración bonaerense con el objetivo de “visibilizar e incluir a todas las personas”, la iniciativa está dirigida fundamentalmente  al colectivo LGBTI.


Para poner en práctica esta política propone la implementación de una guía de lenguaje inclusivo para los trabajadores de la administración pública, como también su utilización en decretos, resoluciones, memos y otras vías de comunicación. Teniendo en cuenta el panorama político de crisis que afecta entre otros al colectivo LGBTI, esta resolución no funciona más que como una pantalla que, más que visibilizar, pretende ocultar la realidad material que atraviesa nuestra comunidad en su conjunto.


Kicillof habla de inclusión habiendo puesto al frente del Ministerio de Seguridad a Sergio Berni, quien estuvo a la cabeza de represiones a manifestaciones de trabajadores como sucedió con la fábrica Kimberly Clark. De la misma manera que al Ministro no le tiembla la mano para mandar a la policía a reprimir trabajadores, no podemos esperar que actúe de manera “inclusiva” con las mujeres trans en situación de prostitución, que se ven continuamente agredidas, amenazadas y violentadas por la misma institución represora. La situación se torna aún más grave teniendo en cuenta que no se derogó el protocolo de detención para personas LGBTI heredado de la gestión de Patricia Bullrich, un protocolo que atenta contra todo nuestro colectivo y que ni Kicillof ni el Frente de Todos hizo algo al respecto.


Sin ir más lejos, poco y nada hizo el Frente de Todos para responder a los reclamos históricos que tiene el colectivo LGBTI. Desde la asunción de Alberto Fernández no se preocuparon por el faltante de hormonas para varones trans, la necesidad de que se implemente una educación sexual integral que contemple a las diversidades sexuales y de género, la urgencia de la existencia del cupo laboral travesti-trans y diversos reclamos necesarios para que el colectivo LGBTI pueda mejorar su calidad de vida.


Frente a la implementación del lenguaje inclusivo por parte del gobierno para obtener el visto bueno de la comunidad LGBTI y el movimiento de mujeres, planteamos la necesidad de que el Estado responda a los reclamos que pueden cambiar la realidad material del colectivo LGBTI. Reclamos que, más allá del uso del inclusivo, apuntan a una inclusión real en el ámbito social, laboral y de salud. Al no ser esta la propuesta del Gobernador, la implementación del lenguaje inclusivo se torna en una máscara que pretende ser incluyente en el discurso de un Estado que nos invisibiliza y nos margina con sus políticas de ajuste producto de la negociación con el Fondo Monetario. 


Frente a la lavada de cara que quieren hacer con el propósito de cooptar al movimiento LGBTI planteamos la necesidad de lucha independiente de todos los gobiernos y partidos políticos patronales, que no responden a nuestros intereses ni a nuestros reclamos. Llamamos a todo el colectivo LGBTI a que se organice independientemente del Estado y del clero para poder arrancar todas nuestras reivindicaciones.