LGBTI
13/4/2020
El recorte en salud y la comunidad trans sin sus hormonas en primera persona
Entrevista a Mily Victoria e Ian Noblega.
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Agrupación LGBTI 1969
Desde Prensa Obrera nos pusimos en contacto con Ian y Mily para que les compañeres cuenten la cruda realidad de cómo viven las personas travesti trans ante el faltante de hormonas y la pandemia del Coronavirus en el AMBA.
En los últimos meses de macrismo y de ajuste brutal a la clase obrera comenzó el faltante de hormonas para varones trans y luego de la asunción del gobierno de Alberto Fernández, la situación para la comunidad trans se vio plenamente agravada a lo largo de las medidas de ajuste comandadas por el FMI y los gobernadores, llegando a faltar hormonas para también las feminidades trans a pesar de tener un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad que no augura los reclamos del movimiento de mujeres y tampoco del movimiento LGBT+ y responde a los intereses del gobierno haciendo un lavado de cara.
Este contexto de pandemia mundial puso de manifiesto el desfinanciamiento de muchos años en la salud pública y el recorte en la salud y el faltante de hormonas son parte del recorte comandado por el FMI. Ante la situación de vulnerabilidad de gran parte de la comunidad LGBT+, se refleja como los reclamos de esta, no son prioridad para los gobiernos aliados a las iglesias católica y evangélica.
La Ley de Identidad de Género, especifica que es obligación del Estado proveer las hormonas necesarias para que la persona que desea hormonizarse pueda hacerlo. En este sentido, nos encontramos frente a un incumplimiento de la misma que el kirchnerismo aplicó y se adjudicó como conquista, dejando por fuera todo un movimiento LGBT que luchó por dicha Ley. Además, de la irresponsabilidad de un gobierno que no da respuestas hacia la situación en la que se encuentra gran parte de la comunidad travesti trans, quienes son empujadas a la prostitución como única fuente de ingresos.
P: Actualmente las personas trans sufren el faltante de hormonas para garantizar sus tratamientos en los hospitales públicos. ¿Cómo les afecta a ustedes este problema derivado del desfinanciamiento de la salud pública de nuestro país?
MV: La salud es uno de los derechos históricamente vulnerados en la comunidad trans, en este caso veo como hay una gran restricción en cuanto al acceso de hormonas para realizar tratamientos de reemplazo hormonal. Estos son necesarios para desarrollar los cambios corporales del género autopercibido y por Ley N° 26743 deberían estar a disponibilidad de les usuaries, tanto del sistema público como privado, aunque en la práctica distan mucho de estar disponibles. Al contrario, hoy por hoy no hay hormonas para cubrir tratamientos de personas que ya lo están realizando. En el caso de los tratamientos para feminidades, la crisis de acceso comenzó a principio de este año, pero anteriormente los tratamientos para masculinidades, ya venían de un faltante y una restricción. Muchas personas por la cuarentena no pudieron retirar la medicación, ni realizar consultas pertinentes, algunos servicios de endocrinología, como en el Hospital Municipal de Morón donde yo realizo mi tratamiento, suspendieron la atención y la entrega hasta nuevo aviso.
IN: Yo realizo mi tratamiento hormonal en el Fernández, donde les envié un mail consultando por mi dosis y me respondieron que si tenía obra social me podrían enviar una receta o me lo preparaban. A nosotres nos afecta principalmente a la salud, ya que una vez empezado el tratamiento todo cambia. Corren riesgo nuestra salud y es un cambio brusco, por ende si dejamos de hormonarnos, el cuerpo retrocede y esos cambios pueden afectarnos en diversas partes del cuerpo y en lo psicológico, también en lo estético (cambio de voz, los pelos se debilitan y se caen, etc.), lo cual genera depresión, ataques de ansiedad y hasta pensamientos suicidas.
P: Estos tratamientos hormonales deberían ser un derecho de acuerdo con la Ley de Identidad de Género sancionada hace algunos años. ¿Cuáles son los alcances y los límites que ven en la aplicación de esta ley por parte de los gobiernos?
MV: El derecho a la identidad es hermano del derecho a la vida. Todas las personas tenemos el derecho de construirnos en cuanto a nuestro deseo. Sin embargo, el límite al libre desarrollo personal a la comunidad LGBT+ es el propio sistema capitalista junto con su código legislativo. Que el Estado argentino reconozca el derecho a la Identidad de género nunca tuvo una correlación con el ejercicio de una mejor calidad de vida. Los crímenes de odio y el abuso policial aportan un dramatismo particular, dado que la mayoría de las compañeras subsisten de la prostitución. Los gobiernos de los distintos signos políticos han desarrollado un plan de represión y estigmatización hacia nuestros cuerpos.
IN: Los tratamientos hormonales y las operaciones gratuitas no están ocurriendo. Los límites y dificultades para nuestra comunidad no hacen más que imponerlos el mismo Estado que es quien promueve un odio y una exclusión social hacia nuestra comunidad.
P: Hoy en día, asistimos a una crisis económica mundial que ha sido agravada por la pandemia del coronavirus. ¿Cómo creen que vive esta situación según su experiencia la comunidad LGBT+?
MV: La situación particular y personal no es distinta a la situación general, hoy el Estado persigue a las mujeres trans a pesar de haber leyes que lo impidan, las medidas de presencia de las FF.AA. para garantizar el confinamiento son un instrumento de represión hacia les más vulnerables, demás está decir que los femicidios y transfemicidios no mermaron con la cuarentena y nos encontramos frente a un genocidio silenciado del Estado.
IN: Dentro de la comunidad LGBT+, todes sufren de diversas maneras, pero les más afectades son las personas transexuales y transgénero ya que necesitan del Estado para seguir su tratamiento hormonal y por esta misma pandemia se canceló cualquier turno externo a una urgencia y por ello, el seguimiento obligatorio de la salud se paró totalmente.
P: Teniendo en cuenta todos estos problemas que les afectan a ustedes pero que son generales a toda la comunidad LGBT+, ¿cómo piensan que debería organizarse este movimiento?, ¿y qué iniciativas piensan que deberían tomarse para que mejoren inmediatamente las condiciones de vida de las personas trans y travestis en nuestro país?
MV: La experiencia de la comunidad es traumática e incierta. Nos ayudamos entre nosotres y armamos redes tanto de apoyo emocional como alimentos, aun así, el Estado opresor no tiene ninguna política de ayuda. El Ministerio de Mujer y Diversidades nos permite salir a realizar denuncias por violencia, también que podamos pedir un “barbijo rojo”, pero de un subsidio de emergencia para las personas desocupadas o subocupadas que permita realizar la cuarentena con las provisiones necesarias para cumplirla ni hablar, tampoco para garantizar la continuidad de nuestros tratamientos hormonales con el acompañamiento profesional idóneo. La contracara a la falta de acceso es el impacto psicofísico de forma negativa. El país garantiza pagos millonarios cuantiosos a los bonistas y al capital financiero mientras la comunidad LGBT se ve sumida en la represión y la desesperación. Para vencer este panorama, debemos organizarnos independientemente del Estado y los gobiernos, y para que el Estado garantice los tratamientos hormonales existentes y futuros, una producción nacional de hormonas, además de financiar el presupuesto de la salud.
IN: Las personas trans acudimos a la hormonización por una cuestión de identidad, y al negarnos este derecho, nos están negando nuestra verdadera identidad y los cambios que queramos realizar en nuestros cuerpos.
En este sentido, como Agrupación 1969 LGBTI vemos necesaria más que nunca la organización independiente de todo el movimiento LGBT+, que en gran parte fue cooptado por el pejotismo de Alberto Fernández a quien el kirchnerismo le sirvió en bandeja la cooptación del movimiento LGBT+. Frente a las problemáticas que sufre la comunidad LGBT+ en su conjunto, sigamos luchando en las calles luego de la cuarentena para no darle tregua a los gobiernos capitalistas llenos de promesas incumplidas. Contra el recorte en la salud y el faltante de hormonas; la verdadera implementación de la Ley de Identidad de Género; contra la persecución y criminalización a la comunidad LGBT+ y los crímenes de odio; por trabajo genuino y el cupo laboral travesti trans.