LGBTI

18/6/2018

Gran triunfo del movimiento LGBT: condenan por travesticidio al asesino de Diana Sacayán

Prisión perpetua a Gabriel Marino. Por primera vez, gracias a la movilización popular, se contempló la figura de travesticidio ante la justicia.

El activismo LGBT se abrazó horas atrás en la Plaza de Tribunales, al darse a conocer una sentencia histórica: luego de doce audiencias de juicio, el acusado por el asesinato de la referente LGBT Diana Sacayán, Gabriel Marino, fue condenado con los agravantes "violencia de género" y por "odio hacia identidad de género".


La gran movilización popular que provocó el asesinato de Diana logra así un triunfo de grandes alcances: es la primera vez en América Latina que un travesticidio se califica como tal, y será clave para pelear contra el manto de impunidad que encubre a los asesinatos de nuestras compañeras -que en su mayoría ni siquiera son investigados y cuyas cifras son realmente alarmantes: en lo que va del 2018 ya son 39 los casos. Estos crímenes forman parte del genocidio silenciado que vive este colectivo, con una expectativa de vida promedio de 35 años resultante de las condiciones de marginalidad que encuentran en el Estado su principal responsable.




Diana no solo fue una referente del movimiento LGBT, también lo fue del abolicionismo, ya que luchó contra el destino que les otorga este sistema a la mayoría de las compañeras trans y travestis que es el de la prostitución. En nombre de Diana y de todas continuaremos su lucha por la inclusión laboral trans, ley que en la provincia de Buenos Aires se aprobó y aun no se ha implementado.

Esta victoria contra el Estado que nos criminaliza, sumada a la media sanción por el aborto legal, nos tiene que dar impulso para continuar organizándonos. El 28 de junio se realizará la marcha nacional contra los travesticidios y transfemicidios, que concentrará a las 18hs en Plaza de Mayo.


Debemos continuar en las calles de manera independiente del Estado, los gobiernos y la Iglesia. Vamos por la absolución para Joe, Mariana e Higui. El Estado es responsable.