Una reciente resolución de la Corte Suprema rusa indica “reconocer el movimiento internacional cívico LGBT como una organización extremista y prohibir sus actividades en territorio de Rusia”, estimando penas de hasta 10 años de prisión. La resolución no aplicaría únicamente para organizaciones locales sino también para organizaciones internacionales, las cuales actualmente funcionan en muchos casos de ayuda para las personas LGBTI+ rusas que necesitan exiliarse.

En la Rusia de Putin no es novedad la persecución a la comunidad LGBTI+. Recordemos que está vigente desde el año 2013 la “ley contra la propaganda homosexual”, que criminaliza cualquier manifestación publica de la comunidad LGBT que pueda ser considerada propaganda hacia menores, desde la Marcha del Orgullo hasta simplemente un beso en público entre dos personas del mismo género. En 2022 esta ley se amplió hacia la “propaganda dirigida a mayores de edad” también.

En julio de este año se reglamentó una ley que prohíbe las cirugías de adecuación de género, los tratamientos hormonales y el cambio de documentación para las personas trans. En esta norma se les prohíbe la posibilidad de adopción y tambíen decreta que se anularán los matrimonios si uno de los cónyuges se somete a una reasignación de género.

La nueva avanzada de la Corte Suprema para criminalizar a la comunidad LGBTI+ aumenta la criminalización y persecución. Las personas LGBTI+ en Rusia se ven obligadas a ocultarse o migrar hacia otros países en búsqueda de desarrollar sus vidas sin el peligro de ser judicializados o atacados por su orientación sexual o identidad de género. Esta persecución promulgada desde el Estado repercute directamente en un aumento de ataques y crímenes de odio en la sociedad, en lo que tiene a su vez una gran influencia de la Iglesia Ortodoxa.

El gobierno de Putin no solo persigue y criminaliza a la comunidad LGBTI+, también lo hace con cualquier oposición que se pronuncie contra estas políticas o contra su gobierno, especialmente de izquierda. La persecución ha aumentado en el contexto de la guerra con Ucrania que continúa sucediendo. Claro que esto no avala el pinkwashing de los Estados imperialistas de la Otan en su ofensiva militarista en la región.

Es una antítesis de la Rusia revolucionaria que en 1918 descriminalizó la homosexualidad y celebró el primer matrimonio igualitario del mundo. Ya desde la burocratización stalinista se volvieron a imponer leyes para regimentar la libertad sexual y de género en este país.

El movimiento LGBTI+ debe pronunciarse en todo el mundo contra de esta nueva avanzada, por la derogación de todas las leyes persecutorias y prohibicionistas a la comunidad LGBTI+.

https://prensaobrera.com/lgbti/el-pinkwashing-de-un-genocidio-tampoco-en-nuestro-nombre/

https://prensaobrera.com/internacionales/fin-de-la-tregua-israel-reemprende-las-operaciones-criminales