LGBTI

25/7/2020

La lucha por la inclusión laboral trans, a la luz del caso de Natal Delfino

Natal Delfino, contador público, comenzó a trabajar en Invertir Online hace diez años. Antes de cambiar su documento de identidad, Natal se identificó a sí mismo como lesbiana, lo que llevó a situaciones de discriminación en su lugar de trabajo. Hace unos meses comenzó a tener problemas familiares que, en algunos casos, lo obligaron a interrumpir las horas de trabajo para cuidar a su abuela enferma. “En algún momento me desbordé y comencé un tratamiento psiquiátrico. Mi psiquiatra me recomendó que obtuviera una licencia”, dijo Natal. “En el medio, decidí comenzar la terapia hormonal e informarlo a la compañía”. Sin embargo, cuando su licencia psiquiátrica de seis meses se agotó, le dijeron que Invertir Online, no le pagaría lo que le correspondía por la licencia médica de terapia hormonal y quedaría su trabajo reservado, pero sin paga. Luego respondieron a una carta documento diciendo que estaban rechazando la solicitud, asegurando de que la solicitud no cumplía con los requisitos, y nunca respondieron.

Este caso muestra la exclusión y la vulneración de los derechos laborales de la comunidad trans. Frente al incumplimiento de la ley de identidad de género, las empresas pueden libremente dejar sin sueldo e incluso sin trabajo a las personas que están transicionando hacia su identidad autopercibida. Natal contó que sus cambios en los datos se hicieron en la ART y en su nombre en la nómina, pero los mails laborales que recibió todavía se refieren a él con su identidad anterior. El médico profesional que recibía sus certificados continuó tratándolo con pronombres femeninos durante toda la consulta.

El 98% de la comunidad travesti-trans no tiene empleo formal. Por eso desde la agrupación LGBTI 1969 plateamos que más que necesario que se apruebe el proyecto de ley nacional de inclusión laboral trans presentado por Romina Del Plá (del Frente de Izquierda), ya que la amplia cae en situación de prostitución para poder sobrevivir y cuenta con una esperanza de vida de 35 años. La llamada ley Diana Sacayán, por la Ley 14.783 de la Provincia de Buenos Aires que determina un piso del 1% de la planta estatal para personas travesti trans y fue aprobada un mes antes del asesinato de la activista trans de derechos humanos- nunca fue regalmentada por el gobierno de Vidal, y continúa cajoneada con Kicillof.

En el contexto actual de crisis económica mundial, agravada por la pandemia, es necesario reforzar la organización independiente del Estado, las iglesias y las burocracias sindicales que dan la espalda a los reclamos de la comunidad LGBTI, que serán conquistados de la mano con la lucha de la clase obrera en su conjunto.

Para que nuestro reclamo sea ley, firmá el petitorio por el cupo laboral travesti-trans no binarie.