LGBTI

5/8/2020

La población travesti trans migrante en emergencia ante el Covid y la falta de trabajo genuino

Agrupación LGBTI 1969

Con la profundización de la crisis y las medidas de confinamiento obligatorio, se ha puesto de manifiesto que las condiciones para realizar una cuarentena no están dadas ni garantizadas por el Estado -y esto se agrava- con la flexibilización que impulsó el gobierno nacional, tras la presión de las patronales en la peor curva de contagios.

En esto recae la comunidad travesti trans migrante que se lleva la peor parte, ya que es empujada a la máxima precarización y a pagar altos alquileres de habitaciones en malas condiciones, debido a la perspectiva estratégica de los propietarios de acusar a las inquilinas de utilizar la habitación como lugar para ejercer la prostitución y recibir grandes ganancias, como en los hoteles familiares de Once y Constitución, que cobran hasta $1.000 por día por habitaciones en muy mal estado. Lo cual es una falacia, ya que se demuestra que la comunidad travesti trans, es empujada a la precarización y a la prostitución como único medio de subsistencia debido a la falta de trabajo genuino, donde el 3,6 % está en situación de calle. Sin embargo, muchas tienen capacitaciones y estudios profesionales como: chefs, periodistas o esteticistas, pero aun así, la crisis y la barbarie capitalista, convierte a este sector de la población, en la más precarizada entre les precarizades.

Según La Nación: “El 98% de las personas trans están excluidas del mercado laboral formal por prejuicios, discriminación o porque antes fueron expulsadas -por las mismas razones- del sistema educativo. Sin muchas alternativas, más del 70% está o estuvo en situación de prostitución”.

Mientras el gobierno de Alberto Fernández deja sin IFE a más de 5 millones de personas, las mujeres travesti trans migrantes que vienen en búsqueda de trabajo y nuevas oportunidades al país, deben afrontar la crisis más agudizada, sin ningún tipo de ingresos ni asistencia del Estado, además de no tener ningún derecho habitacional, laboral y de acceso a la salud u obra social.

En este marco político, muchas organizaciones sociales adeptas al gobierno nacional y popular, han abandonado todo espacio de organización y continúan optando por una política asistencialista aliada a las Iglesias y el Gobierno Nacional, que no es una salida a esta marginación extrema que se incrementa en este contexto, ocultando la grave situación de las mujeres y las diversidades sexuales y de género con eufemismos de “presencia estatal” y cajoneando derechos. Este cajoneo, hoy se refleja en derechos urgentes como el cupo laboral travesti trans y el aborto legal seguro y gratuito, que son sistemáticamente devaluados por esos mismos gobiernos que se otorgan las victorias de los derechos como propias, mientras que esos mismos, fueron arrancados al Estado por todo un movimiento LGBT+ en lucha.

Mientras que el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad dice defender y escuchar nuestros reclamos, sigue funcionando como una sucursal low cost de las organizaciones pejotistas y kirchneristas, ofreciendo a la comunidad travesti-trans a continuar en la prostitución, con un programa precarizador de $8500 -que hasta el día de hoy tiene un comienzo incierto- llamado “Potenciar trabajo”, que no alcanza a cubrir ni un tercio de la canasta básica que hoy se encuentra arriba de los $30.000 pesos.

Ante esta situación emergencia de la cual el Estado es responsable, es urgente llegar a un dictamen concreto por parte de la Comisión de Mujer y Diversidad para avanzar en el Cupo Laboral Travesti-Trans con capacitaciones y castigo a las instituciones que no lo cumplan, para que efectivamente se aplique en todo el país, sin exponer nuevamente a la explotación a este sector para el goce patronal.

Exigimos el derecho a la salud pública y a tener trabajo genuino con una obra social, de la mano de la real implementación y financiamiento de la Ley de Identidad de Género, que garantice los tratamientos hormonales y las operaciones para cambios corporales.

Desde la Agrupación LGBTI+ 1969, comprendemos que para revertir esta situación de miseria, debemos luchar contra la opresión capitalista y los gobiernos que juegan un rol de cooptación de los movimientos, defendiendo un programa de nuestra clase sin alianzas con los gobiernos, las Iglesias ni el Estado.

Repudiamos la política represiva del Estado y los gobiernos que marginan a las comunidades migrantes y al conjunto de toda la clase obrera. Exigimos ya, el Cupo Laboral Travesti Trans, para terminar con la expectativa de vida de 35 años, como también el pago y aumento del IFE sin restricciones, con asistencia estatal correspondiente para realizar una cuarentena de manera salubre y efectiva.

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