Los programas de Macri-Pichetto y Fernández-Fernández para las próximas elecciones muestran lo falso de la polarización montada alrededor de estas candidaturas.

El curso de la campaña electoral ha mostrado que, ante la gran crisis que vive el país, ambas fórmulas ofrecen como “salida” las reformas previsional y laboral, paritarias bajas, la profundización del ajuste -exigido por el FMI en función de una reprogramación de los pagos de deuda- y de la agenda represiva -como mostró el visto bueno de Alberto Fernández al Servicio Cívico Militar Voluntario de Bullrich.

La verdadera polarización de estas fuerzas es contra les trabajadores. Con la orientación de que seamos nosotres quienes paguemos la crisis, tanto los candidatos de Cambiemos como del Frente Para Todos presentan todos los días nuevas muestras de compromiso hacia el FMI y los capitalistas nacionales.

Las diversidades sexuales y de género somos las primeras afectadas ante la crisis capitalista y las políticas de los partidos de gobierno.

El ajuste es sufrido agudamente por las mujeres travesti-trans, con una expectativa de vida de 35 años resultante de la situación de emergencia y vulnerabilidad a las que el Estado las somete día a día. En la capital del país, catalogada como ciudad “gay friendly” para la explotación del turismo, la reciente condena a Mariana Gómez por besarse con su pareja, dictada provocativamente en el Día del Orgullo, puso de manifiesto los efectos de la avanzada represiva sobre el colectivo LGBTI. Ya en ocasión de la detención de Mariana por la policía, la ministra de seguridad Patricia Bullrich se había montado sobre este episodio para lanzar un protocolo represivo de detención para personas LGBTI.

Les candidates LGBTI en las listas patronales, defienden el ajuste

En este escenario, la presencia de candidates LGBTI no es más que un lavado de cara y un pantallazo, porque les candidates de esas listas no tienen problema en levantar la mano para aplicar el ajuste y votar leyes contra les trabajadores y las disidencias. Se trata, además, de listas con candidates capitalistas, aliadas al clero y enemigas por lo tanto de nuestras reivindicaciones, en la medida en que la injerencia de la Iglesia sobre el Estado reproduce todas estas conductas de violencia, exclusión y discriminación hacia nuestras identidades.

Lo que el movimiento LGBTI necesita es conquistar su independencia política: independencia de las Iglesias y el Estado y sus fuerzas políticas, así como de las burocracias sindicales. Es decir, de todos los sectores que aportaron a la “gobernabilidad” del macrismo.

Nuestro programa

El Frente de Izquierda-Unidad es la única lista que apoya consecuentemente los reclamos del movimiento LGBTI y coloca su campaña electoral al servicio de la organización independiente del mismo.

El caso de Marian, como también el de Higui, entre tantos otros, son un claro reflejo de que a pesar de las conquistas arrancadas al Estado (entre ellas la ley de identidad de género y el matrimonio igualitario), este continúa discriminando, regimentando a las disidencias y generando las condiciones para el genocidio silenciado de la comunidad trans.

Necesitamos conquistar la verdadera implementación del cupo laboral travesti trans. Desde el Frente de Izquierda hemos impulsado proyectos en este sentido en parlamentos y legislaturas provinciales y locales. También en el Congreso Nacional: allí, incluso haciendo concesiones que limitaban la satisfacción de los reclamos del colectivo, para poder llegar a un borrador consensuado de proyecto, la iniciativa fue bloqueada por las fuerzas que dominan las cámaras (en primer lugar por el diputado del PJ, ahora gobernador electo de La Pampa, Sergio Ziliotto, que se comprometió  a que lo trate la comisión de Trabajo que preside, y luego retrocedió). Las mujeres travesti trans se encuentran lejos de tener un trabajo genuino, y está planteado obtenerlo con los mismos métodos que utilizó el movimiento de mujeres en las calles.

El bloque del Frente de Izquierda es el único que defiende de manera homogénea el aborto legal, seguro y gratuito. Nuestras listas no mezclan pañuelos verdes con celestes. Y defienden la educación sexual integral, laica, científica y respetuosa de la diversidad, en todas las escuelas.

Con este programa de ruptura con el régimen del FMI y la Iglesia, llamamos a votar al FIT-U. Abajo el régimen del FMI, que la crisis la paguen los capitalistas. A 50 años de Stonewall, retomemos el camino.