Se cumplen tres meses de la desaparición de Tehuel de la Torre. Luego de inmensas movilizaciones, nuevamente nos encontraremos en Plaza de Mayo y en distintos puntos del país para seguir reclamando su aparición con vida, frente a la negativa del Estado a buscarlo con vida.

En las últimas semanas el gobierno provincial y su policía han montado una pantomima de búsqueda, rastrillando por tercera vez (!) la zona de la laguna Tacuru en Alejandro Korn, localidad donde Tehuel habría sido visto con vida por última vez con Ramos y Montes, los únicos detenidos. Luego de este rastrillaje, que no resultó en la obtención de ningún indicador de su paradero, el ministro estrella de Kicillof, Sergio Berni, declaró que “a esta altura buscamos un cuerpo sin vida”. Luego, se dedicaron a seguir pistas “anónimas” que plantean que Tehuel podría estar en Santa Cruz, desligándose la Bonaerense de su responsabilidad en la búsqueda.

La realidad es que el gobierno no ha dispuesto los mecanismos necesarios para llevar a fondo la búsqueda de Tehuel de la Torre, como ha sucedido en el caso de otres jóvenes desaparecides en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, lxs representantes del oficialismo no se rasgan las vestiduras para hacer uso de la imagen de Tehuel, como sucedió ayer por la noche cuando se aprobó la media sanción de la ley nacional de inclusión laboral travesti trans. En el recinto resonaba el nombre de Tehuel para describir la realidad el colectivo TTNB… por las mismas personas que sostienen el régimen de hambre y miseria que nos coloca en una situación de vulneración extrema. El caso más ilustrativo sobre esto son las exigencias de Elizabeth Gómez Alcorta sobre su aparición, que convive en un mismo gobierno y espacio con Nicolás Mantegazza, Sergio Berni y Axel Kicillof, principales responsables políticos de su desaparición.

Suena irrisorio pensar que luego de más de 90 días la policía que digita las redes del crimen organizado y la trata de personas no haya podido dar con una sola pista que indique el paradero de Tehuel de la Torre. Si el Estado no avanza en una investigación certera y fructífera, es resultado del nulo interés en hacerlo.

A su vez, la aparición de los restos óseos de Santiago Cansinos, un niño trans de 14 años, luego de 4 años en Salta, ilustra de cuerpo entero qué tiene el Estado para ofrecer a les niñes y jóvenes trans: una cadena de violencias desde la negación y el bloqueo de nuestras identidades, la inserción de las Iglesias en nuestros ámbitos de socialización para seguir difundiendo preceptos discriminatorios y odiantes en la sociedad, desapariciones y muertes. Así como con Tehuel se tardó más de una semana en empezar la búsqueda, que solo inició gracias a la presión de familiares, amigues y vecines de San Vicente, a Santiago nunca lo buscaron, aludiendo una supuesta huida del hogar porque “no aceptaban su orientación sexual”.

Por esto, debemos redoblar la lucha en las calles y seguir exigiendo al Estado que sostiene un manto de impunidad sobre los responsables materiales de la desaparición de Tehuel que disponga de manera inmediata todos los recursos para su búsqueda. Luego de tres meses, es urgente y necesario ganar las calles por Tehuel, por justicia para Santiago y contra los atropellos hacia la juventud y la población trans travesti no binarie.

Aparición con vida YA de Tehuel de la Torre. Juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de su desaparición. Justicia por Santiago Cansinos. Una vez más gritamos: el Estado es responsable.

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