El próximo 24 de marzo, las calles de Mar del Plata y de todo el país serán ganadas por el movimiento popular. Desde la Multisectorial por los derechos humanos, luego de un largo debate, se convocará a una movilización y acto con lectura de un documento independiente, para denunciar la impunidad y la represión de ayer y de hoy en la perspectiva de derrotar el plan de guerra de Milei y los gobernadores que descargan la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y defienden los mismos intereses al servicio de quienes se beneficiaron en la última dictadura.

El debate

Luego de dos reuniones, desde este espacio integrado por organizaciones independientes, de derechos humanos, sindicales y partidos de izquierda, que viene de movilizar el pasado 20 de diciembre contra el protocolo represivo y el pasado 24 de enero en una columna independiente de la burocracia de la CGT y la CTA, se ha acordado una convocatoria común para marchar de manera independiente a los sectores oficialistas del gobierno provincial de Axel Kicillof y todas las variantes del peronismo. La resolución es un paso adelante frente a los intentos que en todo el país, apuntan a diluir al Encuentro Memoria Verdad y Justicia en las convocatorias de los organismos oficiales.

Los debates expresados en las reuniones de la multisectorial plantean sin duda reforzar la movilización popular contra un gobierno negacionista y ajustador, pero abre un interrogante clave: ¿cómo enfrentamos a Milei? En ese sentido, algunos partidos de izquierda como el Pts, el Mst y el Nuevo Mas han planteado realizar una convocatoria y marcha unificada con los espacios peronistas y kirchneristas y la lectura de dos documentos, algo que ya fue rechazado a nivel nacional por el propio peronismo. Esta orientación fue defendida con el argumento de la “unidad” para enfrentar a Milei y llegar a un sector de los trabajadores donde el peronismo aún tiene una influencia. Inclusive se llegó a argumentar que pese a que las organizaciones del oficialismo provincial rechacen la propuesta de una convocatoria en común, habría que hacerlo de todos modos para “demostrar” que son ellos quienes rompen la unidad.

¿Qué unidad?

Claramente en el debate quedaron expresadas distintas tácticas y estrategias para la etapa. Nuestra delegación planteó que la cuestión fundamental de cómo derrotar el ajuste de Milei y también los gobernadores (que motorizan la motosierra nacional) pasa por desarrollar una acción independiente de los trabajadores con su propia agenda de reivindicaciones y sus métodos. El planteo de la unidad en sí mismo, abstrayéndose de este problema, oculta un frente de acción en común con el aparato pejotista que garantiza la gobernabilidad a Milei y con toda la burocracia sindical que está más interesada es “hacer tiempo” para que los trabajadores “escarmienten” y por lo tanto ir preparando un recambio de tipo electoral para el 2027. La izquierda revolucionaria tiene que dirigirse hacia los trabajadores, la juventud y el movimiento de mujeres (que viene de protagonizar una enorme movilización) con un planteo claro: necesitamos un 24 de marzo de lucha, que plantee un paro nacional y un plan de lucha para derrotar ahora mismo al gobierno y golpear el régimen represivo y criminal que intenta montar Milei-Bullrich y compañía.

Todo lo contrario a lo que viene haciendo el peronismo estos últimos tres meses. Hay  ejemplos de sobra: el cierre de Telam o los Centros de Referencias de Desarrollo Social dejando a cientos de trabajadores sin la ocupación de estos edificios o la convocatoria a un paro y movilización es criminal. Con la idea de que la relación de fuerzas “no da” se viene regalando tiempo al gobierno y fundamentalmente a las patronales que toman nota para seguir atacando. En relación al paro nacional la CGT y la CTA siguen desojando la margarita, mientras hay paritarias sin homologarse, fábricas que se cierran y un tendal de despidos. En la provincia de Buenos Aires, trabajadores docentes y estatales permanecen luchando por la restitución del servicio en Ioma que está vaciada y es rehén de las empresas de la salud privadas, donde en algunos lugares como Mar del Plata la situación es crítica. En la ciudad hay una suspensión total de la cobertura y luego de distintas movilizaciones -impulsadas por la multicolor docente- solo dos clínicas han retomado la atención de manera limitada. En ninguna de las medidas impulsadas, estuvieron presentes los sindicatos como ATE o la conducción celeste del Suteba.  Lo mismo ocurre con les trabajadores del Conicet de la ciudad que vienen protagonizando luchas (marchas de antorchas) a pesar de la burocracia de ATE.

La movilización del 24 es indudablemente un canal de lucha contra el gobierno de Milei, pero la orientación de los organismos oficiales no apunta a desarrollar esa lucha sino justamente en el sentido contrario. Por eso, sería un retroceso una convocatoria en común diluidos  en los que militan a “Kicillof como la única esperanza para este país” mientras la provincia se inunda por los recortes de obras públicas que no son una novedad y se vienen arrastrando hace décadas con todos los gobiernos. ¿Podemos pedir que se termine la criminalización de la protesta y terminar con el reforzamiento del aparato represivo, con el peronismo bonaerense que lo tuvo a Berni encabezando las estadísticas con el gatillo fácil, los abusos policiales y desalojando a familias sin techo? O lo que es peor aun ilegalizando los paros docentes como los que ocurrieron el año pasado. Por otro lado, es falso que solo en territorio federal hay represión: el año pasado cuando Montenegro eliminó las canastas navideñas a cincuenta mil familias de la ciudad, se valió de la policía bonaerense para rodear, intimidar y amenazar con desalojar a las organizaciones sociales que estuvimos allí luchando.

Hay otro aspecto también de la cuestión:  hay todo un sector de la población trabajadora y de la juventud que votó a Milei porque estaba cansada y decepcionada de la gestión del peronismo en las ultimas décadas. A ese sector, la izquierda ¿acaso no debe dirigirse con un planteo de lucha e independiente?

El PTS sostuvo que nuestra posición sería sectaria y divisionista. El argumento no corresponde, porque para dirigirse a la base que se movilizará el 24 de marzo corresponde hacerlo con una fisonomía y un planteo independientes. El argumento de “dirigirse a la base” no puede ser una coartada para una disolución de un reagrupamiento independiente. Por otro lado, los kirchneristas, en todo el país, rechazan el planteo del Encuentro Memoria Verdad y Justicia de la lectura de dos documentos en un acto común. El 24 de marzo presenta el problema central de que no es una lucha reivindicativa o parcial, sino un planteo de conjunto frente al régimen que garantiza la continuidad del aparato represivo del Estado. Por esto, debe servir para plantear un horizonte de lucha y una perspectiva política independiente de todas las variables patronales, donde el movimiento popular no puede quedar aprisionado en las variantes de recambios políticos patronales y la parálisis del peronismo en su conjunto.

Convoquemos con todo a un 24 de marzo de lucha e independiente de los ajustadores y la derecha negacionista de los 30.000. El desafío por delante es reforzar una convocatoria en cada asamblea y espacio que este luchando contra este plan de guerra para formar parte de esta movilización independiente. Aprovechar las circunstancias para clarificar que es lo que esta en juego y como podemos derrotarlos y hacia donde vamos.

Por los los 30.000 que están presentes y los reivindicamos luchando por derrotar un régimen social de entrega y saqueo a los laburantes. Contra el protocolo represivo de Bullrich y para terminar con un régimen social de impunidad, por un plan de lucha y un paro general, seamos miles este 24. No olvidamos, no nos reconciliamos.

https://prensaobrera.com/libertades-democraticas/24-de-marzo-todos-a-plaza-de-mayo-y-las-plazas-del-pais-con-el-encuentro-memoria-verdad-y-justicia