El próximo 27 de junio será la fecha de inicio del juicio que investiga el asesinato del trabajador de la construcción Darío Avalos a manos de la patota asesina de la Uocra de Gerardo Martínez.

La causa tuvo su salto al cumplirse el primer aniversario de la muerte del trabajador de la construcción, con la conformación de la Comisión de Familiares y Amigos de Darío Avalos que organizó una primera y masiva movilización por las calles del centro de Lomas de Zamora. A partir de allí la causa fue ganando notoriedad pública colocándose como un reclamode los trabajadores y los sectores populares para erradicar las patotas del movimiento obrero.

La causa

El proceso judicial tiene, entre los imputados, a seis de los implicados aquel día en la planificación y ejecución de la emboscada que atacó a los obreros de la construcción, quienes se manifestaban frente a un obrador de la empresa Esuco (propiedad de Carlos Wagner). El ataque dejó gravemente heridos a varios obreros y se cobró la vida de Darío. Entre los imputados se encuentran el prófugo Walter Leguizamón, quien revestía como Secretario General de la Uocra Lomas de Zamora y el Secretario Adjunto, Héctor Cabrera, liberado recientemente por la justicia.

La liberación de Cabrera y el rechazo de la justicia a incorporar en la causa el video ofrecido por la querella, donde puede acreditarse fehacientemente el accionar de la patota aquel 11 de marzo del 2014, se inscriben como un intento de la Justicia de allanar el camino para la impunidad. A esto se suma que la causa carece de la incorporación de los efectivos policiales que liberaron la zona y del empresario Carlos Wagner.

A días del juicio reforzamos la campaña

A pocos días del comienzo del juicio, redoblamos la campaña de pronunciamientos en el movimiento obrero y entre personalidades de los derechos humanos para sumar adhesiones por justicia para Darío Avalos. La propia instancia del juicio será la oportunidad de desplegar una presencia de dirigentes obreros, sociales, políticos y figuras de los derechos humanos, para poner en el banquillo de los acusados no solo a los actores materiales e intelectuales de este crimen, sino al régimen político y social que se cobró la vida de otro trabajador para perpetuar el negocio de unos pocos. Vamos al juicio con el impulso de la movilización popular: el único camino para obtener justicia.