El 10 de mayo de 2002 Andrea Viera y su compañero bajaban de un colectivo en Florencio Varela. La policía de la comisaria primera los detuvo con el argumento de que eran sospechosos de un robo. Andrea estaba embarazada. Fueron trasladados a la comisaría mencionada, lugar en el que se los sometió a torturas con la finalidad de arrancarles una confesión. Como resultado de los vejámenes sufridos, Andrea quedó inconsciente. A raíz de ello fue trasladada al Hospital Mi Pueblo. Falleció el 22 de mayo, es decir diez días después de las atrocidades cometidas sobre su cuerpo por parte del personal policial.

Hubo movilizaciones masivas exigiendo juicio y castigo que dieron lugar a la condena de algunos policías. Marta Jorgelina Oviedo, una de las principales torturadoras, fue condenada a perpetua, pero hoy tiene prisión domiciliaria. Otros fueron condenados a penas menores. El 27 de abril de 2007 fue asesinado uno de los testigos, Jorge Galván Plaza, con un disparo en la nuca, y su cuerpo hallado en un arroyo.Los asesinos no han aparecido. La policía bonaerense se encargaba otra vez de borrar cualquier rastro que la incriminara.

Homenaje y encubrimiento

Este 22 de mayo las autoridades municipales de Florencio Varela, junto a funcionarios nacionales y provinciales, acompañados por dirigentes del Suteba Celeste de Florencio Varela y de la CTA de los Trabajadores realizaron un acto homenaje en el que señalizaron la comisaría haciendo alusión al asesinato cuya víctima fue Andrea.

Fue un acto encubridor del actual gobierno provincial, que se apoya en la policía de Berni para reprimir las luchas obreras y populares, como si aquella policía y ésta fueran diferentes entre sí. Se trató apenas de un acto de homenaje, en el que inevitablemente se evitó sacar las conclusiones correspondientes.

Finalmente, en manos del kirchnerismo, los derechos humanos se ejercen de palabra y se violan de hecho. Homenajean falsamente a las víctimas del pasado, mientras reprimen en el presente, bajan el cuadro de Videla pero nombraron a Milani jefe del Ejército.

El Estado capitalista necesita del aparato represivo para defender sus intereses frente a la lucha de los trabajadores y los oprimidos. Por esa razón es que viejos represores de la dictadura militar, como es el caso de Genoud que fue juez de la Suprema Corte bonaerense hasta hace poco e integrante del directorio del Banco Provincia; lo mismo que el Chicho Basile, miembro de los grupos de tareas de la dictadura, y hoy uno de los más prósperos empresarios del distrito, en negocios como el de la recolección de residuos, provisión de alimentos para las escuelas, etc.

La característica de la Justicia local es su estrecha vinculación con la policía y, en consecuencia, es encubridora de su accionar delictivo. Eso explica porque ante el asesinato de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas Escalante por parte de policías como los Centurión, la fiscal Dongiovanni (en cuya asunción estuvo junto a Andrés Watson, actual intendente) durmió por dos meses la causa, y que Busteros, juez de Garantías que tiene el caso, haya liberado al comisario Argañaraz, claramente responsable por ser comisario de la comisaría 4º de haber saboteado la investigación.

Maquillaje

En el transcurso del acto habló el director federal de Políticas Contra la Violencia Institucional, Mariano Przybylski, quien destacó la creación por parte de Néstor Kirchner del Programa Nacional de Lucha Contra la Impunidad en 2003. La creación de este organismo fue una política de maquillaje. No ha impedido el asesinato de Mariano Ferreyra por parte de la burocracia de Pedraza, a quien un año antes Cristina elogió como ejemplo de dirigente sindical, ni tampoco la zona liberada de la policía en ocasión del asesinato de nuestro compañero, como así tampoco los asesinatos de Rafael Nahuel, Santiago Maldonado, Luciano Arruga, etc.

Lejos de eso, la policía dirigida por Berni desde el Ministerio de Seguridad bonaerense ha incrementado su acción represiva, siendo el ejemplo más emblemático el desalojo de Guernica. Lo han hecho la Bonaerense de Berni, la Gendarmería de Aníbal Fernández y otros aparatos represivos.

El asesinato de Lautaro y la desaparición de Lucas no ha merecido ningún repudio de algún funcionario del municipio ni de la oposición de Juntos por el Cambio, y tampoco de Libertad Avanza de Milei.

Está claro que hay un vínculo entre esta protección de la policía por parte de la municipalidad, de Watson, Pereyra y los suyos y su conducta. Es que necesitan de la policía como socia de sus propios delitos.

Los funcionarios municipales de Florencio Varela, los mismos que estuvieron en el homenaje a Andrea Viera fueron junto a Zisuela (exconcejal del Frente Renovador), son responsables y partícipes de la red de trata acusados por las propias víctimas, entre ellos Hugo Pereyra, hermano de Julio Pereyra; Amancia Baez, alta funcionaria de la Anses local; Franco Risso, jefe de Defensa Civil, y burócratas sindicales como Darío Olmedo (ATE) y el lagarto Olmedo de la Uocra (concejal del Frente Renovador y hombre de Massa).

Un verdadero y genuino homenaje a Andrea Viera debe ser la lucha por la disolución de la Bonaerense que la mató, lo cual requiere una completa independencia del estado capitalista, sus instituciones y sus gobiernos, y en definitiva requiere la destrucción del Estado capitalista.

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