Este jueves a las 15.30 hs, convocada por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia y otros organismos de derechos humanos, se realizará la 43° Marcha de la Resistencia en la Plaza de Mayo, un espacio de lucha por la defensa de las libertades democráticas y los derechos humanos, que se ha mantenido independiente del Estado y los gobiernos de turno. La misma data de 1981, un año de combativas y crecientes movilizaciones democráticas reclamando por la libertad de los presos políticos y la aparición y libertad de los “detenidos-desaparecidos” por la dictadura militar.

Fue un salto en la movilización democrática y de los familiares de las víctimas de la represión genocida. Venía precedida por varias iniciativas en las que participaban no solo las madres y familiares de los detenidos y desaparecidos, sino también crecientes sectores populares. En primer lugar los estudiantes, pero también sectores profesionales, de clase media, vecinos y trabajadores. Se trataba de una marcha continua durante 24 horas sin parar, en torno a la Pirámide de la Plaza de Mayo.

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El propósito era evidenciar no solo la resistencia física y moral de las madres y familiares, sino su resistencia política a colaborar con la dictadura, a negociar “una reconciliación nacional” como planteaba la curia católica y diferentes sectores políticos, entregando su lucha consecuente por la libertad y la aparición con vida de los desaparecidos. Por supuesto ningún referente de la Multipartidaria (integrada por los partidos Unión Cívica Radical, Partido Justicialista (peronista), Intransigente, Demócrata Cristiano y Movimiento de Integración y Desarrollo) se hizo presente en la Marcha. El Partido Obrero -en esa época, Política Obrera- fue la primera corriente de izquierda que acompañó su lucha.

La Marcha de la Resistencia no fue solo una jornada porteña. Se tomaron iniciativas similares en todo el país. En Mar del Plata se realizó una “misa” convocada por los Familiares y Madres como parte de la campaña nacional lanzada por estos dos movimientos. Al finalizar salió un micro con 30 compañeros para participar de las “24 horas” de Plaza de Mayo. En Neuquén impulsada por sectores de la juventud, en Tucumán, en Quilmes, en Merlo.

Esta marcha se realizó de manera ininterrumpida desde 1981 hasta 2006, cuando un sector de los organismos de derechos humanos cooptados por el Estado decidieron suspenderlas ya que “el enemigo ya no estaba en Casa Rosada”, en referencia al gobierno de Néstor Kirchner. El kirchnerismo se jactaba de haber iniciado su mandato con la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final en 2003, lo que para sus adeptos mereció la calificación de “victoria democrática”. En realidad, esto fue una reacción para eludir los pedidos de extradición de los genocidas por parte de la justicia de España para ser juzgados allí.

Recién dos años después, la Corte Suprema resolvió la anulación de los indultos de Menem, que beneficiaban a militares planteando que los “crímenes de lesa humanidad eran imprescriptibles”. Sin embargo, el fallo se limitó a habilitar la posibilidad de reabrir procesos judiciales en curso, los cuales fueron llevados adelante a cuenta gotas. Por eso, solo llegó a ser condenada una porción menor de los genocidas, ya que en la mayoría de los casos los juicios fueron retomados o culminaron luego de la muerte de los acusados. Una impunidad biológica. Para este tipo de políticas reaccionarias fue fundamental la cooptación de un sector de organismos de derechos humanos, y es el consecuente desprestigio que esto generó sobre la causa, en lo que se monta hoy Milei para promover teorías negacionistas.

Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora, se mantuvo independiente. La reivindicación del gobierno de “la reconstrucción de la burguesía nacional”, el pago serial de la deuda, las leyes antiterroristas, la condena a los petroleros de Las Heras y la designación de César Milani era incompatible con la reivindicación de una jornada de la cual partió una trayectoria de lucha que conoció páginas gloriosas.

Gracias a esta ruptura, la Marcha de la Resistencia se llevó adelante año tras año, y ahora empalma a su vez con la ronda de los jueves, una movilización de Madres de Plaza de Mayo que también se sostiene cada semana. Esa voluntad y valentía inquebrantables convirtió a las madres en las grandes protagonistas de la lucha por la aparición con vida, el juicio y castigo y la recuperación de sus nietos.

Hoy siguen luchando, junto a otros organismos de derechos humanos y organizaciones de izquierda nucleados en el EMVYJ, contra el ajuste, la represión y la impunidad de ayer y de hoy; contra la criminalización de la protesta social y en defensa de estas causas populares, y de todos los derechos humanos que el gobierno venidero nos quiere arrebatar.

Luego de la marcha, César Arakaki, quien junto a Daniel Ruiz se encuentra injustamente condenado por haber participado en la manifestación contra la reforma jubilatoria de Macri, presentará su obra teatral “Tintorero” que constituye un alegato artístico de su defensa. Previo a eso, se realizará una charla sobre la criminalización de la protesta social, con la participación de personalidades destacadas de la lucha por los derechos humanos. Urge defender esta causa en momentos donde el juez en lo criminal y correccional Javier Feliciano Ríos acaba de ratificar los términos y los tiempos de las condenas que pesan sobre ambos, volviendo inminente el encarcelamiento de Arakaki. Este jueves todxs a la 43° Marcha de la Resistencia.

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