Abajo la represión del gobierno chaqueño

El lunes nos movilizamos para frenar la escalada de Peppo

Este viernes, el gobierno ordenó reprimir al Frente Popular Darío Santillán cuando la agrupación se disponía a movilizarse hacia Casa de Gobierno. Sin mediar negociación ni advertencia alguna, la policía impidió que bajaran a la calle y tiró balas de goma y gases contra los compañeros.


La represión es la respuesta del gobierno a los episodios ocurridos el día antes. El jueves, en un piquete frente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, una automovilista embistió contra compañeras del MTR, que fueron hospitalizadas. En respuesta a la acción criminal, integrantes de la agrupación destruyeron el auto. Por otro lado, en el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, el Frente Popular Darío Santillán fue reprimido luego de ocupar la planta baja del Ministerio.


La espiral de violencia en el centro de Resistencia es enteramente responsabilidad del Estado. Mientras la miseria avanza, el gobierno no da ninguna respuesta a los reclamos y la situación en los barrios se vuelve cada día más desesperante. La última escalada de precios producto de la devaluación golpeó sin compensación a la población empobrecida de la provincia, donde la cifra de 125.000 chaqueños bajo la línea de indigencia (medidos a principios de año) no para de crecer. Las organizaciones sociales palian esta miseria con una ayuda totalmente insuficiente para merenderos. Muchas organizaciones que realizaban obras públicas o viviendas por cooperativas están sin trabajar. El Chaco es la provincia donde más retrocedió el empleo en blanco en la construcción, con no más de 5000 obreros registrados cuando llegaron a ser casi el triple. Al no atender estos reclamos, las organizaciones se movilizan día a día en el centro de la Ciudad.



Por otro lado, desde sectores del gobierno de Domino Peppo, el radicalismo y ciertos medios de comunicación, se lleva adelante una campaña permanente de demonización de los reclamos populares, con el objetivo de justificar una política represiva. Así, se preparan las condiciones para episodios como el del día jueves, donde la automovilista emprendió una acción criminal que podría haber terminado con la vida de las compañeras y terminó con su automóvil destruido.


El intento de instalar un orden sin piquetes por medio de la represión es un ataque a las organizaciones populares que día a día están luchando contra el hambre en las barriadas. Es un golpe a los sectores más empobrecidos, que sólo tienen las movilizaciones como vía para hacer oír sus reclamos.


El día lunes diferentes organizaciones nos movilizaremos en forma unificada para realizar un acto en el centro de Resistencia exigiendo el fin de la represión y una respuesta a los reclamos populares.