Absolvieron a Julio Yessi, el último detenido de la Triple A

Para limpiar de responsabilidad al gobierno de Perón y proteger a la burocracia sindical.

La absolución reciente por parte de la Sala I de la Cámara en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, del criminal Julio Yessi, integrante destacado de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), la banda paramilitar creada en 1974 por José López Rega y santificada por Juan Perón, es un paso más en el camino de liberar al gobierno de entonces y a los participantes directos de toda responsabilidad por los masivos asesinatos de militantes obreros y populares.

Yessi, autor material, entre otros crímenes, del asesinato en mayo de 1974 de tres militantes del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), quien había sido condenado a prisión perpetua en el 2017, luego de más de 40 años de impunidad, era el último de los integrantes de la Triple A que quedaban con condena.

Aunque no se conocen los fundamentos del fallo de la Cámara, resulta por demás ilustrativo del carácter del mismo, el que se trate de una absolución lisa y llana, cuando las pruebas y testimonios directos de testigos convierten la acusación en abrumadora, según destacó el periodista Juan Luis González, de la revista Noticias, quien realizó una amplia investigación sobre el caso y quien fue amenazado por el criminal ahora absuelto. Una compañera de los asesinados, que también fue secuestrada en el mismo operativo, testificó y acusó directamente a Yessi como el que dirigió el ataque al local donde se encontraban reunidos.

El fallo por el cual había sido condenado junto a otros integrantes de la Triple A indica que “se da por probado que la Triple A cometió homicidios, privaciones ilegítimas de la libertad y atentados de todo tipo contra activistas y organizaciones democráticas y de izquierda”, pero sostiene que “fue proyectada, materializada, financiada y conducida por agentes públicos, más precisamente por un ministro de la Nación”, en referencia a López Rega, políticamente marginal. Esta afirmación deslinda de toda responsabilidad a Perón, quien fue su verdadero ideólogo.

El dedo de Perón

Colocado bajo el ala de López Rega, entonces ministro de Bienestar Social, Yessi fue impuesto entonces por este como dirigente máximo de la fachista Juventud Peronista de la República Argentina (JPRA) y formó parte del armado de la Triple A, que centró sus ataques criminales en los delegados, activistas y agrupamientos clasistas y combativos que enfrentaban la política antiobrera del gobierno de Perón e Isabelita.

Por recomendación del ministro, Perón lo nominó como dirigente máximo del “Juventud Peronista”, en una maniobra del entonces presidente para desplazar y aislar a Montoneros, en el camino de la política de exterminio que llevó adelante el gobierno de Perón por medio de la esa banda criminal, de la cual también formaban parte elementos de las fuerzas represivas y de las patotas de la burocracia sindical de varios gremios.

Una de esas patotas de la Triple A fue la responsable del asesinato, en diciembre de 1974, de nuestros compañeros Jorge Fischer y Miguel Angel Bufano, dirigentes de la fábrica Miluz, y por el cual, hasta el día de hoy, ningún responsable fue detenido. Las balas de esta banda se llevaron la vida de más de 3.000 luchadores obreros y populares.

La actividad terrorista de la Triple A fue el anticipo del genocidio que cometieron las fuerzas armadas después del golpe de Estado, cuando la contención del gobierno peronista sobre las masas se vino abajo tras las huelgas de junio y julio de 1975.

Las responsabilidades políticas de Perón e Isabelita y la intervención directa de la burocracia sindical en la banda armada por López Rega y prohijada por el mismo presidente hacen que la absolución de sus miembros sea una cuestión de Estado. Varios de aquellos burócratas, como Gerardo Martínez de la UOCRA, aún siguen al frente de sus respectivos sindicatos.

Son parte del aparato de contención y represión de los trabajadores que salen a la lucha. El correlato actual es, entre otros, el del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra, a manos de la patota de la Unión Ferroviaria y el de Darío Ávalos, por parte de la burocracia de la Uocra, de Gerardo Martínez.

La lucha por el castigo a los responsables, directos y políticos, se une a la pelea contra la burocracia sindical, por su expulsión de las conducciones de los gremios y por el desmantelamiento del aparato represivo. Hoy con la consigna central: fuera Berni.