En el día de ayer cerca de las 17 hs del lunes 30 de agosto un alumno de 13 años del Instituto San José de Liniers desapareció en medio de la cuestionada vuelta a clases presenciales. La rapida difusion de informacion sobre el joven para dar con su paradero, sumada a la concentración autoconvocada por madres y padres, alumnos y docentes de la comunidad educativa del instituto San José de Liniers fueron claves para la aparición del joven al dia siguiente a primeras horas de la mañana, cuando un vecino de Ciudad Evita, provincia de Buenos Aires, llamó al 911 luego de reconocer al estudiante en las calles del barrio.

Sin la lucha y acción popular el caso del joven N hubiera quedado en manos de un aparato policial que no quiso poner a disposición pública las imágenes de las cámaras de seguridad a tiempo, que no inició el operativo de búsqueda antes de las 48hs de efectuada la desaparición y como de costumbre tampoco logró encontrar al desaparecido a pesar de todas las herramientas con las que cuentan para eso, como sucedido con el caso de la niña M de Villa Cildañez. En el corte de ayer en Emilio Castro y Murguiondo, los vecinos también denunciaron que existe una zona liberada en los alrededores del colegio y barrios cercanos siendo que son usuales los robos e intentos de secuestro.
Cabe remarcar, que la comunidad educativa del Instituto San José que luchó en las últimas horas por la aparición de N, es la misma que se organizó y luchó en el 2019 frente al caso del cura abusador Nelson principal directivo en aquel momento del Instituto San José, quien desapareció sin dejar rastro luego de la movilización que llevaron a cabo los propios alumnos.

En conclusión, nuevamente queda de relieve que los logros en casos como éste son resultado de la organización independiente que llevan adelante vecinos, estudiantes y docentes. La policía no entorpece el esclarecimiento de los hechos por falta de competencia, sino porque cuida sus negocios acrecentando sus cajas negras sobre la base de la liberación de zonas en donde suceden robos y secuestros para redes de trata. Es por esto que desde el partido obrero reafirmamos nuestra solidaridad con la comunidad educativa y exigimos que se abran los libros policiales de la comisaría que maneja la zona para ser puestos bajo control de los vecinos. A su vez promovemos la conformación de un centro de estudiantes en el Instituto para reconocer y estructurar la organización estudiantil.

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