Brutal represión del gobierno de Capitanich

El Partido Obrero visitó Castelli para solidarizarse con las víctimas

Al menos un compañero resultó muerto por la brutal represión del gobierno de Capitanich contra los qom y movimientos sociales, en el interior de la provincia.


Luego de la movilización en Resistencia para repudiar a la represión, nos trasladamos a Castelli con una delegación de compañeros de organizaciones sociales y políticas para llevar nuestra solidaridad. Dialogamos con Mercedes Sánchez -del MIJD-, con Félix Díaz -dirigente qom de la zona- y con otros compañeros.


La represión


El miércoles a la madrugada, diferentes organizaciones habían cortado los accesos a la ciudad para rechazar un cambio en la forma de distribución de la ayuda alimentaria a la zona, así como las denuncias del gobierno contra los dirigentes de las organizaciones. A la madrugada, y sin mediar orden judicial, comenzó la represión. Varios dirigentes sociales, entre ellos Mercedes Sánchez y Félix Díaz, fueron detenidos y salvajemente golpeados.


La represión motivó una movilización posterior por la libertad de los detenidos. Fue entonces cuando se desató la segunda represión, que costó la vida de al menos un compañero.


El ministro de Gobierno, Juan Manuel Pedrini, y el jefe de la policía de Chaco, Ramón Alegre, ordenaron la represión con 1.400 efectivos. Allí falleció Florentín Díaz, según denunciaron los compañeros, “arrollado por la policía”.


El gobierno montó una operación en los medios para minimizar la represión. La muerte de Florentín fue caratulada como “accidente de tránsito”. La policía estuvo rastrillando toda la noche los montes, buscando a los compañeros que se internaron allí. En la comisaría hubo torturas y golpizas. Las compañeras que se encontraban detenidas fueron sometidas a aberraciones tales como orinar arrodilladas al lado de los caballos de la montada, mientras los policías las alumbraban con sus linternas y se burlaban de ellas por su condición de originarias. Docentes que, con sus autos, salieron a rescatar de los montes a quienes huían de la represión, contaron que las camionetas perseguían a tiros a los compañeros que se escapaban en sus motos. Es muy factible que haya más asesinados, porque la policía disparaba, atropellaba, esposaba y torturaba salvajemente, ensañándose con los compañeros.


Al momento de nuestra visita, aún continuaban desaparecidos cinco compañeros y más de 50 se encontraban hospitalizados, “custodiados” por policías. Las organizaciones sociales pidieron que se retire a la policía de los barrios y del hospital, y que cese la persecución. Horas después, los presos fueron liberados. Golpeados y sin comer, fueron llevados al hospital para su recuperación. El gobierno de Capitanich ha seguido el camino y los métodos del formoseño Gildo Insfrán para defender a los acaparadores de tierra. ¡Fuera los represores! Juicio y castigo a los asesinos y agresores de Florentín y los demás compañeros.