Córdoba

Caso Joaquín Paredes: amenazas a la familia y testigos del gatillo fácil

Las llevó adelante el padre de uno de los policías implicados en el asesinato. 

Imagen extraída de la página Justicia por Joaquín

El pasado miércoles, familiares y amigos de la Joaquín Paredes, víctima de la maldita policía del gatillo fácil, denunciaron nuevamente amenazas por parte del padre del policía Enzo Alvarado. El mencionado uniformado es uno de los 2 efectivos que aún están presos por el asesinato del joven de 15 años, ocurrido en la madrugada del 25 de octubre del 2020.

El padre de Alvarado amenazó a un testigo de la causa en la que se investiga la responsabilidad de al menos 5 miembros de las fuerzas represivas implicados en el homicidio. Esta amenaza no es la primera que hace pública la familia: meses atrás, el abuelo y el tío de Joaquín fueron amenazados de muerte por el mismo sujeto que con total impunidad.

Mientras las amenazas se repiten, los jueces de la Cámara de Villa Dolores, Raúl Castro Santiago Camogli y Carlos Escudero, ya le dieron la libertad a 3 de los 5 policías implicados en el hecho. Además, la Justicia desoye a familiares y amigxs que denuncian las amenazas.

Mientras, familiares y amigos del joven oriundo de Paso Viejo continúan a paso firme la lucha por justicia. Días atrás realizaron una movilización por las calles de la localidad de Paso Viejo exigiendo que se esclarezca el crimen y que los culpables sean juzgados. A su vez, mediante el abogado de la familia, presentaron un escrito a la fiscal del caso exigiendo el cambio de carátula para que los 5 policías fueran imputados por homicidio.

La mencionada presentación se hizo pública en la página de “Justicia por Joaquín”, en la que denuncian que de acuerdo a lo que se puedo reconstruir del caso, mediante los testigos y las pericias, se concluye en que hubo al menos 102 disparos por parte de los policías. Los tiros no fueron solamente de pistola, sino que también gatilló una escopeta.

Además, el citado texto señala que “varios de los testigos presenciales demuestran que no fue un hecho arrebatado de López o un exceso de Ronald. Fue un accionar premeditado, coordinado y planificado”. Refiriéndose al accionar de la policía la noche que asesinaron a Joaquín e hirieron a otro joven de 14 años.

El caso de Joaquín Paredes dejó expuesto al aparato represivo y judicial, que, en complicidad, amparan a los asesinos del joven. Sin dudas, la tenaz lucha que llevan adelante familiares y amigos, con independencia política de los gobiernos de turno y con la perspectiva de la movilización popular es el camino para conseguir justicia por Jaquín y todos lxs pibes víctimas de la represión estatal. Gatillo fácil nunca más.