Caso Natalia Melmann: movilización contra la excarcelación de los policías condenados

Castigo a los culpables y a sus encubridores.


En estos días el país vuelve a poner su atención en la lucha que a dieciséis años se sigue librando por justicia para Natalia Melmann. El disparador fueron las audiencias que deben determinar el otorgamiento de salidas transitorias a los tres policías presos por su asesinato, paso previo para una posible excarcelación.


 


La movilización en torno a las audiencias fue la clave para suscitar la atención de la opinión pública y de los medios locales y nacionales. De esta manera se logró parar el otorgamiento de las salidas a los policías Oscar Echenique y Ricardo Anselmini y resta la audiencia para Ricardo Suárez, que tendrá lugar este jueves 12 de octubre. Será acompañada por una nueva movilización de familiares y organizaciones a los tribunales de Mar del Plata.


 


Natalia fue secuestrada, torturada, violada y asesinada por al menos cinco policías bonaerenses en Miramar en febrero de 2001. Su crimen suscitó una pueblada y fue el hecho político bisagra en la historia de la ciudad. Una intensa lucha logró la condena a reclusión perpetua de tres policías, ratificada por la Corte Suprema.


 


El crimen de Natalia fue el caso más visible de un extendido accionar estatal que alcanzaba al entonces intendente Honores y el comisario Grillo. Esta mafia de la ciudad nunca fue desmantelada. Este aparato impune ha logrado que toda la familia de Natalia, menos su mamá Laura, hayan abandonado la ciudad debido a las constantes amenazas.


 


Las primeras dos audiencias fueron precedidas por una intensa movilización de los padres, vecinos y organizaciones. El 24 de septiembre pasado se realizó un acto en Miramar al que adhirieron el Suteba, la APDH y el AGGA (gremio de guardavidas), entre otras organizaciones. El Concejo Deliberante de la ciudad se pronunció en contra de la posible excarcelación.


 


Impunidad y pacto de silencio


 


El balance de esta etapa debe incorporar el importante activismo que se sigue movilizando tanto en Miramar como en Mar del Plata y las contradicciones que recorren el frente policial. Ocurre que, además de la intensa movilización, el tribunal denegó la excarcelación por la no admisión de culpabilidad por parte de los policías, quienes no pueden hacer esto porque desatarían un tembladeral en la red de complicidades impunes, como ser el caso de Ricardo Panadero (cuarto policía implicado por muestras de ADN en el cuerpo de Natalia cuyo juicio arrancará el próximo año). Resta todavía un quinto ADN sin identificar. Enfrentamos un verdadero pacto de silencio mafioso que involucra a la policía y al poder político.


 


Para enfrentar estas mafias estatales es indispensable la organización de las mujeres y de todos los trabajadores, con independencia política de los gobiernos de turno y de sus partidos del régimen.


 


Castigo a todos los culpables.