Causa Esma: Mario Coutouné se presentó como querellante

Mario Coutouné, militante del Partido Obrero de Misiones, se presentó como querellante en la megacausa Esma por haber permanecido secuestrado en el Casino de Oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada desde el 20 de enero de 1978


Mario Coutouné, militante del Partido Obrero de Misiones, se presentó como querellante en la megacausa Esma por haber permanecido secuestrado en el Casino de Oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada desde el 20 de enero de 1978.


Mario supo que estuvo cautivo en la Esma casi de casualidad. Visitó el Casino de Oficiales, previo a la intervención realizada por el kirchnerismo, y reconoció el macabro sitio donde estuvo secuestrado. Fue entonces que se presentó ante el juez Sergio Torres para que sea considerado como caso en el próximo tramo del juicio Esma, con el patrocinio de la Asociación de Profesionales en Lucha.


En aquel momento, Mario, militante de la TERS y oriundo de la provincia de Misiones, se encontraba en Buenos Aires, alojado en un hotel de la calle Tacuarí realizando investigaciones y denuncias por la desaparición de su hermana Mirta que se encontraba desaparecida. Al salir del hotel, lo increpó un sujeto que tomó a su padre del brazo y lo metió a un zaguán. En ese instante, otra persona saltó sobre Mario, que al verlo se dio cuenta que lo esperaba un enorme operativo con varias personas de civil con pistolas y ametralladoras.


Subieron a Mario a un Peugeot 504 celeste y le colocaron una venda, nada supo en ese momento de su padre. Cuando llegaron a su lugar de cautiverio, Mario fue salvajemente torturado con picana eléctrica y le preguntaban insistentemente por su hermana Mirta Noemí Coutouné -militante montonera- que se encontraba desaparecida. Los genocidas tenían consigo una grabación de su otra hermana, Silvia, quien estaba detenida bajo PEN, sobre Mirta. Durante todo el interrogatorio amenazaron con torturar a su padre, a quien habían liberado.


Mario fue llevado a “Capuchita” -en el altillo de la Esma- donde estuvo una semana engrillado y encapuchado.


Pudo tomar contacto con dos compañeras, que se acercaron a él y le preguntaron por qué estaba allí. Otro cautivo le dijo “Soy el Colo, de Concepción”, pidiéndole que avisara que él estaba allí si lograba su libertad.


Mario resistió la tortura. Para desorientar a los represores, dio datos falsos o de compañeros que habían sido asesinados por las Tres A. Luego de un simulacro de fusilamiento, los marinos abandonaron a nuestro compañero en el mismo lugar donde había sido secuestrado.


El cuerpo de su hermana Mirta fue recuperado años más tarde por el Equipo de Antropología Forense.


De regreso a Misiones, Mario organizó la Comisión de Familiares, donde militó activamente por la aparición con vida de los desaparecidos y la libertad de los presos políticos.


A 39 años de los secuestros de su padre y hermanas, y el suyo propio, Mario puede presentar su reclamo de justicia y condena de todos los genocidas que persiguieron a su familia.