Conceden la prisión domiciliaria al genocida Etchecolatz

No será efectiva, ya que tiene 5 condenas más por delitos de lesa humanidad.

Miguel Osvaldo Etchecolatz es el exjefe de Investigaciones de la Bonaerense durante la última dictadura cívico-militar, quien además estaba a cargo de 21 campos de detención clandestinos del denominado Circuito Camps. El genocida de 91 años está condenado 6 veces por delitos de lesa humanidad, entre los que se cuentan robo de bebés, secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones.

El beneficio de prisión domiciliaria se lo concedió el Tribunal Oral Federal 6 para una de las seis causas, pero no se hará efectivo porque tribunales de La Plata y Lomas de Zamora rechazaron los pedidos que realizó con ese mismo propósito. El fallo argumenta que se le concederá el beneficio de la prisión domiciliaria por el “frágil estado de salud y sus graves enfermedades”.

En el marco de querer beneficiar al genocida con prisión domiciliaria, los organismos de derechos humanos independientes seguimos exigiendo juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de la segunda desaparición de Jorge Julio López en 2006. Actualmente la investigación en la causa se encuentra frenada y continúa caratulada como “presunta desaparición de persona”. Julio López fue testigo clave en el juicio que condenaría al represor Etchecolatz y otros genocidas por sus crímenes perpetrados durante la última dictadura cívico- militar.

A 14 años de su segunda desaparición, pasan los gobiernos pero continúa la impunidad. La responsabilidad política recae principalmente sobre el ex presidente Néstor Kirchner y su gobernador Felipe Solá, Cristina Fernández y Daniel Scioli, y a Macri y Vidal, implicados de lleno en complicidad para encubrir a las fuerzas represivas.

Para luchar contra la impunidad de ayer y de hoy, participamos e impulsamos del primer Plenario Antirrepresivo Nacional, el cual resolvió resolvimos llevar adelante una jornada nacional antirrepresiva del 5 al 9 de octubre, con movilización a la Plaza de Mayo el 8 de octubre.

Para terminar con la impunidad del Estado y derrotar el ajuste y la represión del gobierno, agravada durante la cuarentena, el único camino es redoblar la organización y movilización popular. Juicio, castigo y cárcel común a todos los genocidas.