Confirmado: A Natalia Mellman la mataron policías

Las pruebas recogidas en las últimas semanas han confirmado algo que el pueblo de Miramar ya sabía desde hace rato: que Natalia Mellman, la joven secuestrada y aparecida muerta a principios del año pasado en esa ciudad, fue asesinada por policías.


Las muestras de tierra en las ropas y zapatillas de Natalia Melman pertenecen a la casa que frecuentaba un policía, propiedad de otro policía. La llave estaba en el llavero del suboficial “Mono” Suárez, en cuyo auto había un cabello de Natalia, como también sobre un almohadón de la casa. Muestras de ADN de hisopados vaginales y anales realizados a la víctima corresponden a los policías Oscar Echenique y Anselmini. El único detenido, sin embargo, sigue siendo el “Gallo” Fernández, que siempre dijo que los asesinos “fueron ellos” (Clarín, 20/3).


De las casi 60 mujeres asesinadas en la costa (25 de las cuales ejercían la prostitución), no se sabe nada. El “loco de la ruta”, un supuesto asesino serial, dio paso a la firme sospecha sobre una red de prostitución y tráfico de drogas de la costa, entrelazada con la policía y el poder. Aquí la investigación quedó paralizada.


Las puebladas de Miramar y sus “brigadas populares de investigación”, que rastrearon la ciudad, encontraron el cuerpo de Natalia y pusieron entre rejas a “el Gallo” Fernández, señalaron desde el mismo momento del crimen a sus responsables y a sus encubridores: la Comisaría de Miramar y sus superiores de la Bonaerense. La “Justicia” los dejó libres a todos. Una soberana lección para los que condenan las puebladas, los escraches y las movilizaciones como una forma de “linchamiento” y les oponen el “imperio de la ley y las instituciones”… las mismas que dejaron libres a los asesinos de Natalia Mellman.