Gatillo fácil.

Córdoba: el juicio por el crimen de Álvaro Zarandon se suspende por segunda vez

“A mi hijo le arrebató la vida un uniformado que anda suelto”, relata su madre, Sandra Zarandon, que viene hace 8 años luchando por justicia

Álvaro vivía en la Laboulaye, una ciudad del sudeste provincial a 346 km de Córdoba Capital, en el 2013 fue brutalmente perseguido a lo largo de dos cuadras, sin causa alguna, por al menos 13 policías que dispararon 16 veces y lo hirieron de muerte. Un caso de gatillo fácil impune hasta hoy.

Desde lo sucedido solo uno de los policías fue imputado, el cabo Maximiliano Celi. En primera instancia judicial, Celi fue liberado; sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) provincial anuló el proceso y dictaminó uno nuevo que debía comenzar días atrás, pero producto de una serie de maniobras de la defensa del asesino, el juicio se postergó nuevamente hasta a junio, según informó La Voz del Interior. Lo sucedido se trata de un nuevo capítulo de impunidad que tiene como máxima expresión que todos los efectivos involucrados en el crimen estén la libertad.

Prensa Obrera se comunicó con Sandra Zarandon, madre de Álvaro, que declaró: “realmente muy, muy dolida por esto, es un manoseo, dicen que no hay tiempo, que la pandemia. No hace un año, no hace un par de meses, hace ocho años que estoy luchando para que se esclarezca esto, porque me merezco saber la verdad y que el culpable de lo que hizo esa noche lo pague”.

En un relato conmovedor, Sandra continuó contando que “me duele, el tiempo pasa sigo con esa herida que la voy a tener siempre, la vida de mi hijo no me la van a devolver nunca más. Pero dejen de burlarse porque lo tomo como una burla”. Y agregó: “ayer cuando me dijeron que se anulaba el juicio, fue una confusión de sentimientos entre rabia, ira, impotencia. Ya no sé que pensar, no sé si es porque uno no tiene recursos. Acá gana el más fuerte porque se manejan con total impunidad, la policía como si nada”

Al respecto del accionar de la Justicia y la imputación a un solo policía, la madre de Álvaro señaló que “en el primer momento, cuando se levantaron las primeras pericias, a horas de haber ocurrido el hecho, dijeron que era este muchacho, que lo habían apartado al Cabo Celli, que supuestamente era él. Y desde ese momento todo fue contra él. Y a estas alturas seguimos igual”.

Además, Sandra afirmó: “en su momento dije que quería que los 13 policías fueran investigados, que los 13 tendrían que haber estado detenidos. Entonces hoy se estaría hablando de otra cosa”.  A su vez, denunció “yo los sigo viendo a los uniformados trabajando, con sus vidas normales porque no perdieron nada, porque todos siguen con su empleo. Y bueno, acá estoy, en espera de que esto se resuelva y que cada cual pague el grado de culpabilidad que tuve en aquella noche. A mi hijo le arrebató la vida un uniformado que anda suelto y que no es así. Si cometió un delito lo tiene que pagar”.

Sandra indicó que “en estos ocho años la lucha sigue exactamente igual, luchándola día a día, afrontando muchísimas situaciones, dificultades, hostigamientos que tuvieron que vivir mis hijos y los viven totalmente hasta el día de hoy”. Para finalizar afirmó: “voy a seguir de pie y voy a seguir reclamando mis derechos, de los hermanos de Álvaro, que es conocer la verdad. Y es que el verdadero culpable pague por lo que hizo”.

Por Álvaro y por todos les pibes víctimas del gatillo fácil de la maldita policía, seguimos exigiendo juicio y castigo a los responsables.

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