La legisladora provincial del Frente de Izquierda, Cintia Frencia, se reunió con familiares y amigos de los reclusos del penal de Cruz del Eje, quienes vienen sosteniendo una serie de reclamos por constantes violaciones a los derechos humanos en la penitenciaria.

Los familiares hicieron llegar denuncias de los propios reclusos, donde se señala la falta de atención médica por ausencia de insumos, personal e instalaciones adecuadas, pésima alimentación, falta de agua, vidrios rotos, hacinamiento, y un deterioro generalizado de las condiciones edilicias, de higiene y seguridad en el penal. A esto se suma las restricciones para acceder al trabajo y/o al estudio.

La mayoría de la población carcelaria son jóvenes sin condena, quienes aguardan el inicio o conclusión del juicio y, en algunos casos, llegan a cumplir su pena sin haber sido condenados. Un informe de La Voz del Interior (14/9) afirmó que alrededor del 30% de los presos sin condena firme salen en libertad. La imposibilidad de contar con abogados, aún siendo una obligación del Estado, agrava la situación legal de los reclusos en estas condiciones.

Un sistema en ruinas

La debacle del sistema penitenciario está respaldada desde el propio gobierno. Las denuncias sobre las pésimas condiciones en el penal se completan con el abuso permanente que sufren los internos y los familiares por parte del personal penitenciario, método que en muchos casos es utilizado para extorsionar y someterlos; así lejos de favorecer una recuperación y reinserción social, se profundiza la marginalidad. El bloque del FIT presentó un pedido de informes en la Unicameral. 

El Partido Obrero apoya el agrupamiento de los familiares para desenvolver la lucha contra el Estado que niega los derechos más elementales para los internos y sus familias. Impulsamos una campaña de pronunciamientos en especial de las organizaciones sociales, sindicatos y derechos humanos y colocarlo como parte de la lucha por las libertades democráticas que recorre a lo largo y ancho del país.