Este jueves 13 de agosto se realizó una movilización que exigió justicia por el homicidio del joven Blas Correas. Una multitud ganó las calles del microcentro cordobés minutos después de las 18h, desde Colón y General Paz hacia la zona del Patio Olmos. La quinta víctima de gatillo fácil por parte de la policía provincial de Córdoba, en lo que va de la cuarentena, generó una conmoción popular que se expresó en una conmovedora marcha.

A la movilización convocada por familiares, se dieron cita una gran cantidad de jóvenes, se levantaron carteles cuestionando al aparato represor con consignas tales como “justicia para José”, “justicia para Nano y Agus”, en alusión a las otras víctimas a manos de la policía, cuyos familiares también participaron de la movilización.

“¿Quién nos cuida de la policía?” y “Basta de Gatillo Fácil” fueron consignas que también levantó la juventud en la movilización, que transcurrió en silencio por pedido de la familia. Sin embargo cada tanto se hacía una ola de aplausos que daban cuenta, por el gran sonido de estruendo, de la presencia y popularidad de la causa entre amplias multitudes del pueblo trabajador de la ciudad cordobesa que viene padeciendo la violencia de un aparato represor al servicio del ajuste.

Córdoba vive un escenario en que la policia, desde el principio de la cuarentena, ha venido aumentando su accionar represivo. Quienes gobiernan están este aparato en función de contener a palos, gases y balazos los reclamos del pueblo trabajador que se resiste a pagar la factura de una crisis económica que no generó. Así fue como hemos venido viendo el amedrentamiento a las movilizaciones del Suoem y la represión directa a los trabajadores de la Uta, municipales de Jesús María, etc.

Este accionar represivo se complementa con una Justicia que es funcional a la política represiva del gobernador Juan Schiaretti y del intendente Martín Llaryora. En ese sentido, se realizó una operación contra la concejala electa del FIT Cintia Frencia, acusándola falsamente de estar involucrada en las amenazas contra el viceintendente Daniel Passerini. Por la prensa se comunicó que se realizaron pericias que supuestamente involucraban a nuestra compañera; una vez más el aparato policial queriendo incriminar inocentes, como en el caso de Blas, la policía actuando con pruebas falsas, dando cuenta de un aparato delictivo.

Para el 27 de agosto se está impulsando la movilización nacional contra el gatillo fácil. Sin dudas será un punto de continuidad de la lucha contra un aparato represor al cual quienes gobiernan quieren salvaguardar. Por eso se han producido tres detenciones de policías involucrados en el crimen de Blas. Es claro que el poder entrega una mínima parte para salvar el todo. En cada víctima a manos de la policía hay una cadena de responsabilidades políticas y materiales.

El hermano de Blas cerró la movilización con un escrito en que planteó “¿por qué se tiene que movilizar tanta gente para que esto no se olvide ni se repita?”, y en otro pasaje del texto manifestó que “no alcanza con tres policías detenidos, nosotros queremos justicia en serio”.

Desde la UJS-Partido Obrero denunciamos que el Estado es responsable y estamos impulsando la convocatoria a una asamblea nacional de organismos de DD.HH., organizaciones antirrepresivas, para deliberar y responder de conjunto la orientación represiva de quienes gobiernan. Cárcel a los asesinos de los pibes. Desmantelamiento de este aparato policial represivo, delictivo, completamente descompuesto. Justicia es “Blas nunca más”.