Córdoba: persecución, gatillo fácil y operativo de impunidad

La policía disparó por la espalda, y en dos horas limpió la zona.

Pasadas la 0 h del jueves 6 de agosto sucedió un nuevo caso de gatillo fácil que involucra a la policía de la provincia de Córdoba, en el hecho fue asesinado Valentino Blas Correas un joven de 17. La víctima falleció de un tiro, cuando junto con sus amigos regresaba en auto de un bar, una actividad que no está prohibida por el COE.

Luego de haber sufrido un intento de robo, giran en U en las cercanías de la Plaza de las Américas, y es cuando se encuentran con un control policial que entró en persecución, supuestamente al tomar como válida la versión de quienes los querían asaltar que habrían señalado a quienes circulaban en el auto como responsables de un robo. Al menos 4 disparos impactaron el auto, pero los familiares denuncian más de 20 disparos, “a mi hijo lo acribillaron”, dijo la madre del joven.

Cabe señalar que los chicos pidieron ayuda al sanatorio Aconcagua, ubicado en el barrio de Nueva Córdoba, y allí les negaron ayuda, con el argumento de que se trataba de un hecho ocurrido en la vía pública. De allí salieron en búsqueda de asistencia médica al llegar a intersección de las calles Chacabuco y Corrientes donde se constató el fallecimiento del menor de edad.

La policía, tras interceptar el vehículo, desplegó en la zona un operativo de alrededor 50 efectivos, de acuerdo al testimonio de familiares a quienes no les dejaron acercarse a los chicos. Hay versiones que indican que el cuerpo de la víctima fue manipulado. También se hizo circular que habría un arma, es decir, se busca ensuciar al grupo de chicos. Desde el aparato policial se quiso montar la versión de que hubo un tiroteo, que habría aparecido una supuesta arma, lo que da cuenta que desde el primer momento se buscó encubrir el accionar delictivo de la policía. En dos horas limpiaron la zona.

Por parte de la familia el abogado de la víctima, Cristian Boes, llamó la atención sobre el hecho y el accionar de la policía en declaraciones a un radio de la ciudad relato lo que presenció en el lugar donde se estaba el auto baleado: “No hubo voluntad de establecer qué pasó. Primero aparecieron 50 personas y en 20 minutos quedó solo un policía buscando en el piso si encontraba algún casquillo de bala. ¿Qué clase de acta se le puede llevar a la autoridad policial? Hubo un proceder jurídico y humano de la Policía lamentable”. Además, a los familiares se los sacó de la zona en donde interceptaron el vehículo enviándolos a la jefatura de la policía en donde no obtuvieron respuestas.

En el Fiat Argo hay al menos 4 disparos, dando cuenta de la balacera de la que responsabilizan a dos policías. Sin embargo, de la persecución participaron dos patrulleros, cada uno con un policía masculino y una femenina. La investigación está a cargo del fiscal José Mana que ya imputó a dos policías el delito de “homicidio calificado agravado por el uso de arma de fuego”.

Tras largas horas, ninguna autoridad se comunicó con las familias de la víctima. Este nuevo hecho deja a las claras el accionar de un aparato policial que está al servicio de una orientación política. La cuarentena ha servido de excusa para un reforzamiento de la represión y los casos de gatillo fácil son máxima expresión de la brutalidad estatal. Exigimos justicia para todas las víctimas de la policía de Juan Schiaretti, no puede haber impunidad. #JusticiaPorBlas. Desmantelamiento del aparato represivo.

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