Al cumplirse un mes de la masacre perpetrada contra cuatro menores de edad por personal de la Comisaría Seccional 7ª de Corrientes capital, un centenar de familiares, amigos y representantes de organismos defensores de los derechos humanos y partidos políticos marcharon el lunes 13/2 por las calles de la ciudad.

 

Matías Martínez, Daniel Romero, Ricardo Pared y Hugo Escobar habían sido detenidos por averiguación de antecedentes (sin ningún motivo) y ante el reclamo de uno de ellos de que lo liberaran para continuar su camino al hospital, donde la compañera estaba por dar a luz, los cuatro fueron esposados a los barrotes de la celda. En esos momentos, se desató un incendio en las celdas. A pesar de los gritos de los compañeros, la policía asistió impávida, mientras se calcinaban los chicos, que terminaron siendo rescatados por los vecinos del lugar ya gravemente quemados.

 

El único sobreviviente al día de la fecha es Hugo Escobar, aunque se teme por su vida.

 

Más de 25 muertos denunciados a manos de las bandas de policías en los últimos seis años delatan los niveles represivos que sufre el pueblo correntino a manos del gobierno de Colombi, aplaudido por Barrios de Pie (que ingresó con un puesto de subsecretario en la Municipalidad capitalina y que en medio de la crisis que seguramente le provocó la masacre sólo atinó a autoconvocarse para “reflexionar sobre las responsabilidades que todos tenemos en la situación”).

 

Un mandado en un barrio, el cumpleaños de un amigo o un recital (si los pibes consiguieron que algún coimero apruebe su realización): cualquier excusa es válida para terminar con los huesos en una de las pestilentes mazmorras del gobierno del “aire fresco”.

 

Compañeros del Movimiento de Familiares de Víctimas de la Inseguridad y del Polo y el Partido Obrero del Chaco acompañamos la marcha y nos solidarizamos con familiares y amigos.