Décima movilización nacional contra el gatillo fácil

Se concentraron en la Plaza de Mayo contra la impunidad de las fuerzas federales, para denunciar el régimen represivo del gobierno y para exigir justicia por las víctimas.

Corresponsal.

Este martes se llevó adelante la décima edición de la movilización nacional contra el gatillo fácil, más popularmente conocida como “la marcha de la gorra”, en alusión a los pibes pobres que son las principales víctimas de las fuerzas federales.

Familiares y amigos de víctimas de la represión estatal, activistas, trabajadores y jóvenes, organizaciones políticas y de derechos humanos se concentraron en la Plaza de Mayo para rechazar los crímenes de la policía contra la población, exigir justicia por las víctimas de gatillo fácil y para denunciar la complicidad del Estado y el régimen represivo que fomenta el gobierno, que busca fortalecer a las fuerzas policiales para arremeter contra la protesta y la organización de los más vulnerables. También se acercaron músicos y diversos artistas para acercar su apoyo y acompañar la movilización con su arte.

Alberto, el padre de Darío Santillán, participó de la movilización. Darío fue víctima del hecho conocido como la Masacre de Once, donde la policía de Duhalde, a cargo de Aníbal Fernández, fusiló a sangre fría a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán que participaban de una protesta de organizaciones sociales y de desocupados contra el gobierno hambreador.

Alberto sostuvo: “No nos vamos a correr hasta que tengamos una verdadera justicia como nos merecemos. Sabemos que tenemos un gobierno de mierda, que desde que asumió este salvaje no hay una sola cosa que favorezca al pueblo, no hay trabajo, no hay salud”.

Y agregó: “Es importante recordar el nombre de cada uno de los pibes y pibas asesinados por las balas del Estado. Pasaron todos los gobiernos y todos nos quisieron sacar de las calles, pero no vamos a cejar en el reclamo y en la exigencia de justicia”.

El gobierno defiende abiertamente el asesinato de trabajadores por parte de las fuerzas represivas. Sin ir más lejos, en marzo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, habilitó el uso de armas de fuego para las fuerzas federales. Su política en materia represiva solo refuerza las atribuciones del aparato policial para atacar a la población trabajadora y a los más pobres, y ceba a los efectivos a cometer crímenes. Según Correpi, en los primeros 70 días de gobierno libertario hubo 60 muertos por gatillo fácil.

Milei y su tropa quieren ir hacia un régimen totalitario y ultrarrepresivo para que los trabajadores no se subleven contra su plan de ajuste al servicio de los ricos y capitalistas. Del otro lado, la policía bonaerense, la más asesina, es bancada por el “progresista” Kicillof. Todos los gobiernos capitalistas defienden los mismos intereses, solo los trabajadores en el poder pueden poner fin al despotismo policial, aboliendo el aparato represivo capitalista.

El gatillo fácil, la cara más cruda de la represión como política de Estado
Este martes tuvo lugar la décima marcha nacional contra el gatillo fácil. En los primeros 70 días de gobierno libertario hubo 60 muertos por gatillo fácil. –
prensaobrera.com