Libertades democráticas
21/11/2022
Despedir a la Hebe que conocí
Dolor y sentimientos contradictorios provoca la muerte de una luchadora como Hebe de Bonafini.
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Foto archivo PO Santa Cruz
En los años 1986 y 1987 Hebe de Bonafini y las organizaciones que mantenían cierta independencia política respecto del gobierno de Alfonsín estaban concentradas en defender la consigna de “aparición con vida” y denunciando el esfuerzo alfonsinista de mantener los juicios en la esfera de unos pocos cabecillas, lo que se iba a coronar con las leyes de punto final y de obediencia debida.
En Río Gallegos, el movimiento de derechos humanos fundado al principio como filial de la Asamblea Permanente, se había mantenido independiente del poder, esto en parte por la influencia que fue ganando en el mismo el Partido Obrero.
En esos años nos visitó Hebe un par de veces y recuerdo una de esas visitas en compañía de Nora Cortiñas en la cual pararon en casa y nos hicieron el honor de entregarnos un pañuelo bordado. Las actividades tuvieron una importante repercusión, una vez se congregó para escucharlas una gran cantidad de público en el Gimnasio del Colegio Ladvocat frente a la plaza San Martín.
Recuerdo una charla en casa, en que Hebe le explicaba a Nora la traición que preparaba el alfonsinismo.
Era el periodo en que Néstor Kirchner luego de fracasar en su candidatura a gobernador se refugiaba en la intendencia de Río Gallegos que iba a ganar por escasa diferencia en 1987. En esas campañas políticas no había mención alguna sobre los derechos humanos, el castigo a los genocidas o cosas por el estilo. Naturalmente los kirchneristas de la época nunca asistieron a estos eventos con presencia de Hebe y otras dirigentes como Cata Guagnini.
Esa conducta se mantuvo toda la década del ’90. Es conocida la colaboración activa con las privatizaciones y los elogios de Néstor a Menem y Cavallo, pero no se ha comentado otro aspecto de esta colaboración como es el apoyo de Néstor Kirchner al indulto menemista en favor de las Juntas y militares condenados por sus crímenes. Kirchner era intendente en ese momento y no dijo una palabra.
El viraje del kirchnerismo en relación a este tema, después de dos décadas de silencio al respecto, entre 1983 y 2003, tuvo un fuerte contenido oportunista. Se explica en primer lugar por el peso de la cuestión en las movilizaciones que culminaron la rebelión de 2001. En segundo lugar, hubo una presión internacional para retomar los juicios producto de los pedidos de extradición a España. El kirchnerismo buscó impedir las extradiciones. Fue en ese cuadro que fueron derogadas las leyes de obediencia debida y punto final. El avance de los juicios bajo el kirchnerismo fue tortuoso y lleno de trabas, y gran parte de los militares quedaron impunes.
El apoyo de Hebe y la mayoría de los movimientos de derechos humanos al gobierno les permitió a los K encubrir su pasado. Esta asimilación llegó al extremo de apoyar por parte de Hebe a un represor como Milani al frente del ejército.
En el último periodo Hebe había roto con Alberto, luego con Massa. Siempre mantuvo el apoyo a Cristina, a pesar, por ejemplo de su defensa de Berni.
Despidamos a una luchadora que hizo historia en la lucha contra la dictadura y contra la impunidad.
https://prensaobrera.com/obituarios/fallecio-hebe-de-bonafini