Queremos a través de esta car­ta expresar el significado que tiene para nosotras el Día de la Madre.

Si bien hasta hoy era un día simbólico, en el que los integrantes de nuestra familia, amigos y; muy especialmente, nuestros hijos fes­tejaban junto a nosotras a través de distintas formas, se ha transfor­mado hoy en un día muy especial, no porque haya cambiado para no­sotras lo simbólico: sabemos que nuestro rol en la conformación de la familia, al igual que el de todas las mujeres madres, es los 365 dí­as del año y todos los años de nues­tras vidas.

No sólo por el hecho de que, en su mayoría, somos las mujeres ma­dres quienes tenemos a nuestro cargo el cuidado, la enseñanza y el deber de profesar el amor necesa­rio para que nuestros hijos crezcan, sino que hoy por hoy cumplimos la función de proveer económicamen­te, como madres jefas de hogar, lo que nuestros hijos requieren para vivir.

Decimos que este día es espe­cial, por el simple hecho de que sa­bemos que este domingo, cuando nuestros hijos despierten en casa, no tendrán como en años anterio­res la oportunidad de abrazarnos, damos un beso, damos ese regalito manual que hacen en el colegio con tanto amor, o decimos: ¡Feliz día, mamá!… con ese amor que só­lo un hijo es capaz de expresar.

Es este dolor profundo que te­nemos hoy nosotras el que hace es­pecial este día; ese dolor de saber­los nuestros hijos ignorantes de esta situación que nos involucra a nosotros los mayores y que ellos desde su niñez no alcanzan a en­tender.

Ellos no saben de política, de justicia, de trabajo. Sólo saben que mamá es mamá y que hoy no está con ellos, que las dos horas de la obligada visita que les ha impuesto este sistema tres veces a la semana para vemos, no les provocan otra cosa que un llanto incontrolable al momento de par­tir, y que quebranta toda fortale­za que reside en nosotras, porque si hay algo que una madre sabe es que no hay dolor más profun­do y difícil de sobrellevar que ver sufrir sin poder hacer nada a sus hijos, como hoy nos toca a noso­tras.

Más allá de esta situación in­justa que debemos atravesar, tan­to nuestros hijos como nosotras sa­bremos superarlo y tratar de repa­rar los daños que nos han ocasio­nado; y eso sólo lo haremos con el amor al cual ellos están acostum­brados. Porque no hay más madre que aquellas que así lo sentimos y basadas en ese amor tan especial somos capaces de dar la vida por nuestros hijos.

Sin otro particular, nos despe­dimos de ustedes y hacemos exten­sivo nuestro saludo para todas las madres de nuestra comunidad, y especialmente a las nuestras, a las de nuestros compañeros detenidos y a aquellas madres que junto a no­sotras permanecen firmes en nues­tra lucha obrera. Para todas ellas un beso y un abrazo inmenso y un muy

¡¡¡Feliz Día de la Madre!!!

Firman: Selva Sánchez, DNI 24.978.871, presa política Eliana Núñez, DN118.825.404, presa política Marcela Costando, DNI 22.863.270, presa política Elsa Orozco, DNI 22.734.085, presa política