Disparos contra Rocío Correa: el gatillo fácil de la policía de Manzur

La jugadora de San Lorenzo fue reprimida el jueves cuando acompañaba el cortejo fúnebre de su hermano en Tucumán.

La policía tucumana, que se llevó la vida del adolescente Facundo Ferreyra en marzo de 2018, sigue haciendo escuela de la Doctrina Chocobar.


El jueves 26 Rocío Correa, jugadora de San Lorenzo y de la Selección Argentina, fue baleada por efectivos de esa fuerza en la intersección de Lincoln y Avenida Independencia de la capital tucumana, cuando acompañaba los restos de su hermano Sergio (fallecido en un accidente de tránsito).


Correa relató que uno de los autos que encabezaba el cortejo fúnebre se quedó en mitad de este sin gasolina. Cuando estaban por pasarle el combustible desde otro de los vehículos, la policía se acercó para pedir que avancen; los asistentes trataron de explicarles la situación, pero los uniformados comenzaron a disparar.  Resultaron heridas más de 15 personas, incluida Rocío, que mostró sus heridas en las redes sociales con una fuerte denuncia de exceso de poder, que ratificaron en Tribunales.




Ataques como este son los emergentes de la avanzada represiva por parte de la policía del gobernador Juan Manzur, que se desarrolla con particular fuerza con amedrentamientos y agresiones contra la juventud de los barrios humildes, y contra aquellos que levantan la voz contra la situación de desocupación y pobreza asfixiante. Año a año crecen los casos de gatillo fácil y de abusos por parte de las fuerzas policiales.


Repudiamos este accionar y acercamos nuestra solidaridad a Rocío y su familia. Abajo la represión y el gatillo fácil.