Facundo Agüero, de 22 años y oriundo de Picún Leufú, llegó a la capital de Neuquén a estudiar Enfermería por consejo de su madre, “porque en su pueblo no hay trabajo, ni futuro”. Por cuestiones personales dejó la carrera y consiguió trabajo en una cadena de supermercados. Pero desde el 8 de marzo Facundo está internado en estado de coma en la sala de terapia intensiva del hospital regional de Neuquén, por una golpiza efectuada por la policía.

Facundo Agüero fue acusado de robo, perseguido y brutalmente golpeado por efectivos policiales. Según el informe policial las lesiones que sufrió Facundo no fueron causadas por los agentes, sino por una caída durante una persecución tras la tentativa de robo de un perfume. La madre del joven, Adelina Rivas, rechazó la versión oficial y desacreditó la tentativa de robo ya que en la billetera de Facundo encontró el ticket de compra del perfume. Las cámaras de seguridad de la zona demuestran cómo la policía reduce a los golpes a Facundo y una vez en el suelo, le dan dos patadas en la cabeza.

La Policía neuquina tiene un extenso prontuario de casos de gatillo fácil contra la juventud y también contra luchadores populares. Este último caso, hay que anotarlo como parte de la escuela que ha hecho la “doctrina Chocobar” que defiende el gobierno de Macri y que le otorga a la fuerza de seguridad la vía libre para el abuso de poder y el gatillo fácil. Bullrich avaló ahora el asesinato por la espalda de un niño de 11 años en Tucumán.

Los policías intervinientes y el comisario de la Comisaría Primera, deben ser removidos de inmediato y procesados por apremios ilegales. Desde la UJS y el Partido Obrero, bregamos por la pronta recuperación de Facundo. Y exigimos el cese de la criminalización de la juventud y el desmantelamiento del aparato represivo.