El 24 de Marzo a Plaza de Mayo y a todas las plazas del país

No damos vuelta la página y marchamos contra el FMI y por el no pago de la deuda

La “vuelta de página” de Fernández es inaceptable para el pueblo argentino porque implicaría una reforzamiento del aparato represivo

En ocasión de despedir a los militares argentinos enviados a una “misión de paz” de la ONU, Alberto Fernández se pronunció por dar “vuelta la página”, en la relación del pueblo con las fuerzas armadas, con el argumento de que ahora estas están dirigidas por “hombres formados en democracia” y porque además no se puede juzgar a todos por la “inconducta de algunos”.


Con unas pocas palabras, Fernández transformó crímenes de lesa humanidad (porque fueron parte de un plan de exterminio orquestado desde el mismo Estado, que le costó la vida a decenas de miles de hombres, mujeres e incluso niños) nada menos que en “inconducta de algunos”. La calificación de genocidio de la política criminal de la dictadura fue el resultado de una lucha implacable de todo el pueblo argentino durante décadas, de su oposición sistemática a los puntos finales, a los indultos, a las cárceles domiciliarias, al “2×1” de la Corte. Consciente de la repercusión, Fernández luego se disculpó si sus palabras hubieran causado “dolor”, pero nunca del significado de las mismas.


El recoge un planteo de “reconciliación” con las fuerzas armadas, que vienen levantando los sucesivos gobiernos para recuperar el rol del ejército en la vida política nacional, incluido su rol represivo. El Estado, a través de las policías (federal o provinciales), la gendarmería y la prefectura siguen ejerciendo su rol represor contra los reclamos y luchas populares (que fue lo que la dictadura quiso terminar con sangre) y sigue produciendo nuevas y fatales víctimas: los asesinatos en los cortes de ruta de los '90 (Verón, Rodríguez, solo para nombrar algunos) o en el Puente Pueyrredón (Darío Santillán y Maximiliano Kosteki), Julio López, Carlos Fuentealba, Luciano Arruga, Mariano Ferreyra, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, los desaparecidos y asesinados de La Tablada, las mujeres desaparecidas y asesinadas por las redes de trata, las víctimas del “gatillo fácil”, los torturados en las comisarías, etc. Todos ellos víctimas de las fuerzas de seguridad “democráticas”, incluidas las que se formaron en los últimos 30 años o de grupos tercerizados. Así ha sido bajo todos los gobiernos posteriores a la dictadura. 


Fuera el FMI. No al pago de la deuda


La “vuelta de página” es inaceptable para el pueblo argentino porque implicaría una reforzamiento del aparato represivo del cual es la principal víctima. Esa represión se les hace necesaria para poder enfrentar la reacción popular frente a los ajustes que golpean sobre las familias obreras como resultado del sometimiento al FMI, fundamentalmente. Ya, durante este gobierno, van cuatro represiones en Chaco, una en Mendoza, una en Chubut y otras medidas de disciplinamiento, la más grave, el despido de los docentes huelguistas en Santa Cruz por ir al paro el primer día de clases. La represión a los trabajadores está en el ADN del régimen político que responde a los capitalistas. 


Por ello, como lo resolvió el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia junto al reclamo de cárcel a los genocidas levantamos el reclamo de ruptura con el FMI y el no pago de la deuda externa. Son consignas indisolubles con el reclamo de justicia por los 30 mil compañeros detenidos desaparecidos, por la restitución de la identidad de les jóvenes apropiades, por la apertura de todos los archivos de la dictadura, por la libertad a los presos políticos, contra la persecución y la cárcel por luchar.


Por un gran movilización independiente 


El pliego de consignas expresa un programa de lucha que se opone a la política del gobierno, que está centrada en llegar a un acuerdo con los acreedores y el FMI. En función de esto, el propio Fernández se abrazó con el criminal sionista Netanyahu (en medio de un nuevo avasallamiento contra el pueblo palestino) y con el derechista Macron, en medio de la lucha del pueblo francés contra la reforma previsional, afirmó la presencia de Argentina en el Grupo Lima contra Venezuela, fortaleció las relaciones militares con Estados Unidos, etc. El carácter derechista de la política exterior del gobierno está en abierta oposición a los reclamos democráticos y de verdad y justicia. 

Teniendo todo esto en cuenta, es central una movilización independiente que levante un programa integral frente a la bancarrota capitalista, comenzando por el no pago de la deuda, la ruptura con el imperialismo, la nacionalización de la banca, el desmantelamiento de los aparatos represivos y la satisfacción de todos los reclamos populares de salario, jubilaciones, acceso al trabajo, etc. La movilización es parte de una batalla política central para poner en pie una oposición obrera y popular al gobierno de Fernández.


Con este programa vamos a una gran agitación en las escuelas, universidades, fábricas, lugares de trabajo y barriadas para organizar la jornada del 24 de Marzo.