El crimen del hincha de Luján: las responsabilidades apuntan a la dirigencia del club Alem

A la vez, se denuncia que la Policía Bonaerense liberó la zona.

Carlos González, presidente del club Alem.

Sobre los graves incidentes ocurridos el pasado domingo 10 julio en el clásico de fútbol Luján-Alem, con el saldo de la muerte del hincha de Luján Joaquín Coronel, el cerco del caso se va cerrando sobre dirigentes del club “lechero” de General Rodríguez, que estarían directamente involucrados como autores de los disparos con armas de fuego sobre la parcialidad del “Lujanero”.

Cuando van surgiendo nuevas evidencias sobre los hechos a través de las filmaciones de celulares de vecinos, cámaras de seguridad y testigos que estuvieron o pasaron por el lugar, el ministro de Seguridad provincial Sergio Berni ha salido a montar un show mediático para implicar en los acontecimientos al famoso cantante L- Gante (oriundo de Rodríguez). Por lo que mientras transcurre la investigación con sendos allanamientos y detenciones de algunos barras de Alem, el funcionario pretende desviar el centro de la atención para encubrir las responsabilidades de la policía en el operativo. Los simpatizantes de Luján se movilizaron el lunes 11 a la comisaría local para denunciar la represión contra ellos y la zona liberada que permitió escapar a los atacantes de Leandro N. Alem. Para colmo, el centro de monitoreo municipal que está frente al Estadio Municipal de Luján no advirtió ni brindó las filmaciones al momento de los hechos sino muchísimo después. Los barras de Alem incluso pararon un rato por el Acceso Oeste sin ser detenidos en el trayecto. En la previa, incluso, anduvieron almorzando en las inmediaciones sin ser detectados.

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La Comisión Directiva de Alem, hasta las manos

En todo este tiempo, lo notorio de los violentos episodios transcurridos es que el atentado no solo fue cometido por barras protegidos por la dirigencia de Alem, sino que directamente intervinieron miembros de la directiva que reivindican su rol de barrabravas. Es más, el Presidente de la institución, Carlos González, surgió de la barra del club.

González, que preside con mano de hierro desde hace dos décadas el club, es un puntero político y empresario de la noche, siendo actualmente propietario de un boliche de General Rodríguez.

Según detalló el periodista Gustavo Grabia, especialista en barras y violencia en la canchas, la familia González también se mueve dentro de los ámbitos políticos y posee buena llegada al poder. “Tuvo sintonía fina con el kirchnerismo primero, hizo lo mismo después con el Pro y al final regresaron a ser fervientes justicialistas. A punto tal que Ariel González (hijo de Carlos) armó junto a su grupo un Centro de Análisis de Políticas Públicas para trabajar para el Frente de Todos y estuvo hasta hace poco a cargo de la delegación municipal de Malvinas, la zona más pobre del partido, manejando todo lo que son los servicios públicos de allí, donde hizo todo tipo de relaciones, muchas de ellas que terminaron en la tribuna” (Infobae, 11/7).

La pelea por puestos de poder dentro de la tribuna y en la política derivó en un enfrentamiento con un grupo del barrio Fonavi de Rodríguez, cerca de la ruta 7. La disputa se resolvió a los tiros en un partido de local en las inmediaciones del estadio lechero. “El choque era inevitable y se produjo entre mayo y junio con tres enfrentamientos a tiros donde terminó ganando la barra oficial” (El Civismo, 12/7).

Justicia por Joaquín

En función de todo lo caracterizado queda la conclusión de que un verdadero acto de Justicia por Joaquín es el camino de la organización independiente de los hinchas y apuntar a romper los entramados mafiosos de las barras bravas, dirigencias de los clubes, los gobiernos patronales y las fuerzas represivas del Estado. Es muy importante insistir en la movilización popular para que los responsables materiales, dirigenciales y políticos del asesinato del hincha de Luján, la paguen. Y por supuesto, de manera inmediata, el relevo de las cúpulas policiales y de los funcionarios municipales a cargo de la seguridad local y sacar a Sergio Berni (como jefe político de la bonaerense) de toda participación en la investigación.