La represión del sábado a la noche muestra una policía "brava" cebada por la impunidad de las represiones anteriores.

La responsabilidad por esta represión completamente injustificada, recae exclusivamente en el Gobernador-Interventor Peralta, y en su ministro de gobierno, que mantienen a Roque al frente de la policía y encubren a los responsables de los delitos represivos anteriores.

Los manifestantes –en una reacción completamente comprensible y espontánea, ante las heridas propinadas a un joven– se dirigieron contra esa verdadera afrenta a la libertad, que son los vallados instalados frente a la casa de gobierno y comenzaron a retirarlos. Lo hicieron "ordenadamente": no produjeron daño alguno contra bienes del estado ni tampoco de particulares, no golpearon a nadie y solo expresaron la bronca de vivir en una sociedad donde la policía reprime para defender al poder y el poder encubre a la policía represora.

La represión se produjo cuando ya la mayor parte de los manifestantes se había retirado y solamente un pequeño grupo estaba en el lugar preparando también su retirada.

Los golpeados fueron especialmente mujeres y todo aquel que portara una cámara, algunas de las cuales sufrieron roturas con motivo de los palazos del GOE.

Exigimos la separación inmediata de Roque, la disolución del GOE y la retirada de la gendarmería de la provincia de Santa Cruz.

Reclamamos el aumento salarial de acuerdo a la canasta familiar.