Por orden del intendente de Caleta Olivia, Fernando Cotillo, la policía le pegó a un exfuncionario de municipal, Fernando Villares, a quien señalan como responsable de filtrar un recibo de sueldo de la esposa de intendente, en el cual figuran guardias por más de 137 mil pesos.

Todo esto en medio del conflicto de la salud, donde los enfermeros reclaman que les paguen las guardias adeudadas. Por todos estos atropellos el dirigente del Partido Obrero, Omar Latini, exigió la renuncia del intendente y se ha conocido por estas horas que se prepara una movilización para hacerle llegar este reclamo al poder político.

El profesor Aníbal Villares fue funcionario del actual intendente Fernando Cotillo durante su primera gestión, y por alguna interna desconocida para el público, este vecino decidió publicar la foto del recibo con sobresueldo de la esposa de quien fuera su dirigente político y así avivar las llamas del conflicto con las y los trabajadores de salud que golpea al ajustado gobierno de Alicia Kirchner.

En represalia, el intendente envío a cerrar el local comercial del profesor, que por favores anteriores funcionaba sin ningún tipo de habilitación. Allí los empleados de comercio habrían sido maltratados por el comerciante, lo cual motivó que por una presunta orden política del intendente actúe la policía de forma brutal.

Golpearon Aníbal Villares hasta el punto tal que este denunció que pensaba que lo matarían. Luego de la golpiza lo trasladaron al hospital donde una oficial de policía intento hacerlo firmar un acta donde se manifestaba que el detenido no presentaba lesiones, ante la negativa de Villares fue sacado al patio del hospital donde siguió siendo golpeado y, según relata la víctima, la Dra. Aguilar y un guardia de seguridad observaban el hecho y se reían.

La conclusión es muy clara

Un régimen político en descomposición, con un intendente que defiende el sobresueldo de su esposa, con métodos de la época más oscura de la argentina. La esposa de un intendente que cobra sobresueldo cuando los laburantes de salud son explotados y se les niega el pago de horas que ya han sido trabajadas y para dar cobertura al sistema de salud en plena pandemia. El silencio cómplice del gobierno provincial que se calla frente a este atropello a los derechos humanos. La participación del gobierno provincial en el pago de sobresueldos a familiares de gobernantes de su riñón político.

La salida la marcan los trabajadores de salud

1- Basta de corrupción.

2- Basta de atropello a los derechos humanos.

3- Basta de precarizar a las y los trabajadores de salud.

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