El juicio contra Jones Huala

En la ciudad de Bariloche, a partir de las 9 de la mañana del 28 de febrero, se realizó el segundo juicio de extradición contra el dirigente mapuche Facundo Jones Huala. El primero fue anulado porque se comprobaron torturas a testigos, pero luego de un encuentro entre los presidentes Macri y Bachelet en Chile, en el cual se discutió la “cuestión mapuche”, Jones Huala fue detenido y permanece preso desde el 27 de junio. 


La ciudad amaneció militarizada, bajo un fuerte operativo policial y de fuerzas federales. Vallaron varias manzanas alrededor del gimnasio donde se desarrolló el juicio. El lugar tiene capacidad para 1.500 personas, pero el juez Villanueva restringió el ingreso a menos de 30. Esos escasísimos lugares fueron ocupados por familiares y referentes de los organismos de derechos humanos, entre ellos Norita Cortiñas y la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos.



Desde la noche anterior, se instaló a varios metros de la sede del juicio un acampe de comunidades mapuches, acompañado por varias organizaciones sociales y políticas de la zona, que continuaron llegando incluso durante la mañana del juicio. Es necesario señalar la ausencia de columnas de sindicatos o referentes sindicales de la zona. Ninguno se acercó al lugar.


En el transcurso de las nueve horas que duró la jornada, se leyeron las intervenciones judiciales, las acusaciones y los requerimientos que pesan sobre Jones Huala. El fiscal Jorge Bagur Creta pide su extradición a Chile a requerimiento de su par chileno, que acusa al dirigente mapuche del incendio de un campo y tenencia de armas de fuego caseras. La fiscalía argentina los considera delitos encuadrables en las normas nacionales e internacionales. Sin embargo, los acusados chilenos en la misma causa que se le sigue a Jones Huala fueron absueltos.



La defensa por su parte exigió la nulidad del proceso, denunció la persecución política y el “armado” de la causa, recordando que el juez Guido Otranto decretó la nulidad del primer juicio. Solicitó, además, que se incorpore como prueba el convenio de persecución a la RAM, suscripto por el gobierno nacional con los gobernadores de las provincias patagónicas, para demostrar el carácter político de la causa, pero el pedido fue rechazado por el fiscal. Tanto en el interior de la sala como en la movilización que acompañaba en la calle, donde se siguió atentamente cada exposición a través de las radios comunitarias que organizaron la trasmisión, fue recibido con interés el alegato que personalmente hizo Facundo Jones Huala.


Con firmeza y seguridad en sus palabras, se reivindicó como un perseguido político, asoció el asesinato de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel a la lucha por la recuperación de las tierras usurpadas por terratenientes y endilgó al juez Villanueva la responsabilidad del asesinato de Rafael Nahuel.



Denunció la farsa que significa la “Mesa de diálogo de Villa Mascardi”, ya que “ni Bullrich, ni Macri ni Piñera o Bachelet han tenido la altura de discutir con el pueblo mapuche”. “Tampoco Cristina Fernández”, agregó.


El juez informará su sentencia el próximo lunes. En el ánimo general de familiares y activistas que acompañaban y en dichos de la defensa, se instaló la sensación de que el resultado final no será favorable a Jones Huala. Existe una decisión política de los gobiernos de ambos lados de la Cordillera de imponer un “castigo ejemplar” a los mapuches en la figura de uno de sus dirigentes, una criminalización apuntada a garantizar la “seguridad jurídica” de los pulpos capitalistas que operan en el sur de ambos país, los cuales chocan recurrentemente con los reclamos de tierras de los pueblos originarios.


Una delegación del Partido Obrero acompañó toda la jornada y denunció, ante distintos medios, la estrecha relación que tiene este juicio y persecución al pueblo mapuche con las leyes antiobreras que se impulsan desde el gobierno actual y los anteriores a partir de una política destinada a favorecer a la clase capitalista.


La recuperación de las tierras, el respeto por las diferentes culturas, la igualdad de derecho y la verdadera emancipación de los pueblos originarios sólo será posible a través de la unidad de los oprimidos, acompañando cada lucha anticapitalista que se desarrolle y con una clase obrera dirigente que luche el poder para los trabajadores.


Libertad a Facundo Jones Huala. No a la extradición.


Justicia por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.