El primer día de febrero en el parque de Maipú un grupo de jóvenes que se encontraba practicando freestyle -deporte urbano- y realizando rap fueron brutalmente reprimidos por las fuerzas policiales de la provincia dejando varios detenidos. Incluso uno de los policías sacó su arma reglamentaria contra los jóvenes (de un promedio de 16 años). Horas después todos lxs jóvenes fueron liberados.

Una situación similar se dio hace unos cuatro meses en una plaza de Mendoza capital cuando la policía junto a preventores reprimió a jóvenes que también estaban practicando y desarrollando sus artes. En un video filmado por los chicos y que despertó el repudio al accionar policial se puede observar que uno de los policías golpea con una tabla de skate a uno de los jóvenes.

Estas expresiones artísticas relacionadas al rap y el freestyle vienen en ascenso como elemento cultural de la juventud en el último período y obtiene como respuesta estatal una fuerte represión que buscan ampararse en diferentes códigos que colocan las prácticas de la juventud como delito pero que es parte de una seguidilla de situaciones represivas que van más allá del código contravencional o la pandemia, ya que tienen una data anterior, particularmente con bikers, skaters y toda la cultura urbana.

La policía provincial que podría haberle salvado la vida a Florencia Romano e hizo oídos sordos, la misma que obvia las denuncias por trata de personas en las barriadas de la provincia es la que arremete violentamente contra todas las expresiones de la juventud en un sentido claramente represor no solamente de la juventud sino de las formas en las que la juventud busca expresarse y enfrentar las adversidades que les impone un sistema que no les ofrece perspectivas.

En estos últimos años las experiencias culturales de este sector etáreo han crecido al mismo tiempo que la desidia, la pobreza y la represión estatal y no son procesos separados. A través del arte y de la práctica deportiva colectiva, la juventud plantea una disconformidad, al igual que en otras épocas con otras prácticas. En la provincia de Mendoza la pobreza alcanza a más de un 50% de la juventud, la política de Estado es avanzar en la represión de un elemento de fuerza que significa un peligro a los planes de ajuste, ya que es la juventud la vanguardia de las luchas, como lo fue la gran presencia juvenil en los últimos procesos de lucha en Mendoza e incluso particularmente los skaters y bikers que se sumaron en la lucha de los prestadores precarizados de la salud y las luchas en defensa del agua pura.

El Estado es incapaz de dar una perspectiva a esta juventud que demuestra su disconformidad y exige cada vez más respuestas para satisfacer sus obvias demandas y es por eso que se plantea la necesidad de organizarse de manera conjunta no solamente contra la represión policial, contra el crimen organizado en el aparato policial sino contra toda la política de Estado que descarga toda su fuerza y en  los frentes para garantizar la pasividad de la población y la represión de la juventud qué es el fusible de vanguardia de los procesos de lucha y por lo tanto la primera en ser reprimida perseguida y torturada.

Este primer sábado de febrero bikers, skaters, rappers y todo el arco artístico y cultural reprimido van a realizar una concentración para rechazar estas políticas. Avancemos con estas perspectivas para impedir la represión contra la juventud y nunca más ningún tipo de arte ni ningún deporte vuelva a ser reprimido.

https://prensaobrera.com/sindicales/mendoza-la-segunda-ola-de-la-lucha-de-salud/