El 24 de marzo tuvo lugar una masiva movilización del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia de Rosario, que partió desde la Plaza San Martín y concluyó en el Monumento a la Bandera. Una movilización independiente del gobierno y el Estado, que realizaba su propia convocatoria.

Junto a la denuncia del “ajuste y la represión de los gobiernos y el FMI, y contra la criminalización de los luchadores”, también fue una tribuna de lucha frente a la situación que atraviesa la provincia de Santa Fe. Se puso el foco en la denuncia del Estado como organizador del narcotráfico, a través de la fuerzas de seguridad (provinciales o nacionales), con su Justicia y con el involucramiento del poder político. Desde el escenario se voceó bien fuerte contra la militarización de los barrios populares, con el envío de fuerzas federales e incluso del ejército. Al régimen narcosojero, que se está cobrando la vida de cientos y cientos de jóvenes y trabajadores en las barriadas, se le opuso un programa de fondo. La nacionalización de los puertos bajo control obrero, el desmantelamiento de la narcopolicía, terminar con el lavado de activos y “reclamando trabajo, salud, educación, para ofrecer un futuro para los pibes y pibas, marginados por todos los gobiernos. Basta de impunidad y justicia para todas las víctimas del narcotráfico”, como salvaba el documento leído.

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Además del Partido Obrero, participaron el resto de los partidos del Frente de Izquierda, distintas organizaciones de la Unidad Piquetera y del FOL Rosario, entre otros. La columna del PO y el Polo Obrero, con alrededor de 3.000 personas, aportó la gran mayoría de la convocatoria.

Una columna encabezada por sus dirigentes, como Carla Deiana -precandidata a gobernadora-, referentes sindicales de Tribuna Docente, de la agrupación de la Alimentación, del Plenario de Jubilados, y del Polo Obrero. Con banderas que reclamaban la “Absolución de César Arakaki y Daniel Ruiz”, denunciaban “el régimen narco”, con el reclamo de justicia para todas las víctimas, y que planteaban “Fuera los políticos capitalistas”. La importante presencia de la UJS y la Juventud del Polo Obrero se destacó por sus cánticos. Una gran columna de la cual participaron compañeras y compañeros no solo de Rosario sino de todas las ciudades del Cordón Industrial, Villa Gobernador Gálvez, Pueblo Esther, Villa Constitución. Detrás de una bandera que titulaba, “Familiares de Víctimas contra la Impunidad”, marcharon junto al Partido Obrero familiares que han perdido seres queridos en manos de este Estado narco que domina Rosario, como las hermanas Belén y Milagros Rodríguez, o los familiares de Roberto Benítez. Todos víctimas de las balaceras y las zonas liberadas.

La realización de una movilización independiente es una gran conquista para los miles de luchadores que ayer se hicieron presentes. De la convocatoria tradicional, que fue muy masiva, destacó la falta de un programa que le diera homogeneidad y un planteo frente a la situación política actual, una consecuencia lógica de la completa ausencia de una denuncia a los que gobiernan, convocada como estaba por los partidos de gobierno. Desde la Franja Morada y el radicalismo, que viene de encarcelar en Mendoza a dos luchadores populares como Martín y Lorena, pasando por el Partido Socialista, entregados a una alianza con la derecha del PRO en un frente oportunista cuyo único norte es preservar los cargos de un funcionariado responsable de la crisis de Santa Fe.

El peronismo, que gobierna una provincia que cuadriplica la tasa de homicidios nacional y militarizó Rosario a días del 24 de marzo, utilizó el acto para encubrir su responsabilidad en el gatillo fácil, la persecución de la población trabajadora en los barrios mientras se protege al narcotráfico, y la masacre que está sufriendo una juventud que es victima permanente de la cooptación de las redes narco, frente a un cuadro de miseria creciente en un país dominado por el capital financiero y el FMI, como en el ’76. No estuvo presente en esa convocatoria el rechazo al envío del Ejército a Rosario. Sí hubo sectores que se encargaron de colocar la absolución de Cristina Kirchner como tema central del 24, en el operativo clamor que no prendió. Otras corrientes, como Ciudad Futura y el Movimiento Evita, hicieron de su participación en la marcha un acto de campaña electoral, agitando centralmente sus candidaturas en el Frente de Todos.

La memoria de los 30.000 compañerxs detenidos desaparecidos, que pelearon por una transformación social, estuvo representada en los planteos y el contenido de la movilización del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.

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