La semana comenzó con el centro platense nuevamente militarizado, copado por alrededor de 1.000 efectivos en un operativo conjunto de la Policía Bonaerense con la Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano del municipio, para evitar nuevamente la instalación de manteros y vendedores ambulantes. La gobernadora Vidal y el intendente macrista Julio Garro extendieron así la zona militarizada, que cuando empezó semanas atrás se limitaba a la Plaza San Martín.

La acción represiva del gobierno fue escalando. En diciembre, comenzaron las persecuciones policiales a los manteros para satisfacer el reclamo de los grandes comerciantes, en la temporada de ventas que caracteriza a las fiestas. Luego siguió con el despliegue de grupos especiales de la Bonaerense sobre la Plaza, y ahora con la militarización de toda la zona, en un accionar intimidatorio.

Así fue que el día de ayer detuvieron a dos militantes de Patria Grande -del espacio del precandidato Luis Arias del Frente de Todos- que filmaban el secuestro de mercadería a una vendedora ambulante, y a una comerciante que se acercó a defenderlos. Los detenidos, después de varias horas, fueron liberados en la Comisaría Primera, donde una numerosa concentración exigía su inmediata libertad.

El Código represivo que presentó el intendente al Consejo Deliberante -aunque no avanzó en su tratamiento- se viene aplicando de hecho, reprimiendo a los trabajadores ambulantes y manteros, y amedrentando a las organizaciones populares que luchamos contra el ajuste. El viernes pasado, efectivos policiales hostigaron hasta desalojar una mesa de agitación del Partido Obrero en Plaza San Martín, en el marco de la campaña electoral del Frente de Izquierda – Unidad.

Mientras la ciudad sufre el crecimiento de la desocupación (en junio llegó al 10,8% en la región, afectando a 46.000 trabajadores) la venta ambulante creció en un año un 263%. La respuesta a este cuadro de crisis social fue despejar a la fuerza el centro comercial platense de vendedores ambulantes, derivándolos a un predio lejano en 80 y 134 –a 60 cuadras del centro- donde deben pagar un canon, monotributo y una tasa de seguridad e higiene, y donde lógicamente no venderán la misma cantidad, si es que venden algo.

Esta ofensiva es un obsequio a los empresarios de la región, y particularmente a la Federación Empresaria de La Plata cuyos miembros brindaron su apoyo a Garro en su cena de campaña el pasado 18 de julio, donde la recaudación fue de unos 4 millones de pesos, y el valor de la tarjeta era de unos $10.000.

El avance de la militarización de la ciudad se da en el marco de la bolsonarización de la campaña. Está en sintonía con la resolución de la ministra Bullrich de crear un "Servicio Cívico Voluntario" para entregar a la juventud desocupada y sin acceso a la educación a manos de la Gendarmería. Tal como se expresa en que Alberto Fernández considere esa colimba un "paliativo" a la crisis que golpea a la juventud, el reforzamiento represivo es una política de Estado y de todos los partidos patronales, que tienen por objetivo cumplir con el ajuste que reclama el FMI y son conscientes que se vienen choques con el pueblo trabajador al que le querrán imponer las reformas antiobreras.

Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda – Unidad rechazamos esta avanzada represiva, nos movilizamos ayer a la Comisaría por la liberación de los detenidos, reclamamos el cierre de las causas de los compañeros y la devolución de la mercadería secuestrada a los manteros. Vamos a una campaña de denuncia de esta bolsonarización contra los trabajadores.