Esta gente (todos) debe renunciar

Corresponsal en Mendoza

La policía de Mendoza asesinó a un menor de 14 años, e hirió a otros dos niños (entre ellos un bebé), en Perdriel, para impedir que sacaran carbón de un tren para calentarse. Quince días después, la policía reprimió violentamente una concentracion de estudiantes secundarios: decenas de pibes y casi 50 detenidos, todos menores de edad. Una semana más tarde, en Godoy Cruz, el joven Jonathan Chandía fue fusilado con un tiro en la nuca a un metro de distancia. En Malargüe otro joven está grave por una perdigonada de goma disparada a quemarropa por un agente policial.

 

 

En el caso del pibe Chandía, el propio jefe de Policía adulteró la escena del crimen para garantizar la impunidad de sus subordinados. Le costó el puesto.

 

 

El ministro de Salud, Caleti, nos tuvo más de un mes sin servicio de salud. La ministro de Educación, Emma Cunieti, cierra escuelas en pleno ciclo lectivo para arreglar la calefacción, presionada por la vigorosa movilización de los estudiantes. Los violadores y asesinos de Paula Toledo fueron absueltos en un proceso lleno de irregularidades.

 

 

“En un día de alta tensión, Cobos se decidió por fortalecer a Bondino” (Uno, 1/6). Bondino es el cuarto ministro de Seguridad, en dos años y medio de su gobierno. Al día siguiente, el gobernador declaró que “si por cada hecho aberrante que ocurra, vamos a atribuir la responsabilidad al ministro Bondino, yo también tendría que renunciar, porque en definitiva soy el responsable…”. Exactamente. Cobos es el responsable político de las muertes, las golpizas, la represión, la crisis de la salud y la educación.

 

 

¿Hasta cuándo los mendocinos deberemos soportar tanto cinismo?