Etchecolatz


Durante la sentencia, el genocida Etchecolatz escribió en unos papeles “secuestrar” y “Jorge Julio López” a la vista de los periodistas que se encontraban presentes en la sala de audiencia. Un fotógrafo de Infojus pudo tomar imágenes de ambos mensajes.


 


Etchecolatz pretendía entregárselos a los jueces, pero no se lo admitieron. En declaraciones posteriores, el tribunal dijo que tomaría el tema “con cautela” y adoptaría “las medidas correspondientes”.


Julio López desapareció por segunda vez en 2006, el día del alegato de sus abogadas en el juicio contra el ex policía bonaerense. Nunca más se volvió a saber de él. La Justicia nunca quiso investigar a la policía. Etchecolatz jamás fue indagado por el hecho. El gobierno y la Secretaría de Derechos Humanos sellaron el silencio en torno al caso. La única causa que existe actualmente investiga a las abogadas de López por “no haber tomado los recaudos para cuidarlo”.


La impunidad se ríe en las barbas de la Justicia.