Facundo Castro: nuevos elementos al servicio de la impunidad

El cúmulo de pruebas y el accionar de la Justicia coloca la responsabilidad en el Estado.

La jueza Marrón se niega a detener a los efectivos de la Bonaerense sospechosos de desaparecer a Facundo.

La desaparición forzada de Facundo Castro suma nuevos capítulos de impunidad. El miércoles, Cristina Castro denunció en las redes sociales que la jueza Gabriela Marrón les negó el encuentro virtual que estaba pautado para el día de ayer, pese a que estuvieron esperando la conexión por la aplicación Zoom a la hora establecida. Dicha instancia había sido fijada a raíz de un pedido de la querella de la familia para insistir con el pedido de recusación del cuestionado fiscal Santiago Ulpiano Martínez, pero fue suspendida alegando problemas técnicos.

Este desplante por parte de la Justicia hacia la familia de Facundo se enmarca en todo un cuadro de maniobras y medidas tomadas desde el Estado en función de obstaculizar el acceso a la verdad y el castigo a los responsables. El miércoles la propia jueza Marrón había rechazado por segunda vez el pedido de la querella de detener a las y los efectivos de la Bonaerense sospechados de ser los ejecutores de la desaparición de Facundo. Luciano Peretto, uno de los abogados de la familia, señaló el argumento de la jueza: “el pretexto más importante es que no existe acompañamiento de la fiscalía, argumenta que es difícil para el juzgado poder disponer de detenciones con ausencia de una imputación pedida por la fiscalía” (Frente a Cano, 13/8). Así, el fiscal se pone al servicio del encubrimiento del accionar de la Bonaerense, la cual encontró en el ministro Sergio Berni su principal amparo político.

De esta manera, el fiscal Ulpiano Martínez aparece como un factor permanente de obstáculos y dilaciones, cuyo accionar día tras día abona la justeza del pedido de remoción por parte de la querella. A modo de ejemplo, solo basta destacar que sigue sin ser aprobado el pedido de allanamiento solicitado por la querella sobre la subestación de Teniente Origone, lugar donde fue encontrado el amuleto con forma de sandía que Facundo había recibido de su abuela y que al día de hoy permanece sin ningún tipo de custodia judicial (sic), allanando el camino a cualquier intento de borrar eventuales pruebas por parte de la Bonaerense de Berni.

El cúmulo de pruebas y el accionar de la Justicia no sólo colocan en el banquillo de acusados al Estado como responsable de la desaparición forzada de Facundo, sino que también lo señalan como el principal encubridor para llegar a la verdad. Una justicia que deja plantada a una mujer trabajadora en la búsqueda desesperada de su hijo muestra sin tapujos su carácter de clase y los intereses que protege.

Seguir rodeando de solidaridad y apoyar en las calles la lucha abnegada de Cristina Castro y su familia, es el único camino para llegar a la verdad y la justicia.

El Estado es responsable. Aparición con vida YA de Facundo. Fuera Berni.