La ex integrante de Conadep y de la Alianza Graciela Fernández Meijide salió en defensa de las provocaciones del gobierno macrista, que en vísperas del 24 de marzo solicitó la liberación de casi 100 represores presos de la dictadura militar. Entre ellos, Alfredo Astiz.

La ex funcionaria del gobierno de De La Rúa se pronunció a favor del otorgamiento de la prisión domiciliaria al emblemático genocida, repitiendo los argumentos del macrismo sobre su edad y condición de salud –pese a que el desaparecedor, de 67 años, cuenta con atención médica en la cárcel.

Meijide fue incluso más lejos. Llamó a bajar la cabeza frente a las tentativas de impunidad que han caracterizado a los sucesivos gobiernos “democráticos”. Consultada sobre si aceptaría que se le diera prisión domiciliaria al victimario de su hijo, desaparecido por la dictadura en 1977, sostuvo: “Me lo banco. Por qué no me lo voy a bancar, si me banqué que fuera constitucional la obediencia debida, con lo cual se suspendieron todos los juicios, si me banqué que (Carlos) Menem diera los indultos. El asunto es qué hacemos, ¿vamos contra la ley?”.

La conclusión de Meijide es falaz, en primer lugar, porque no existe ley alguna que obligue a los jueces a otorgar la domiciliaria a los milicos. Por lo demás, lo que determinó la anulación de las leyes de impunidad de Alfonsín  y del indulto de Menem fueron las masivas y tenaces movilizaciones populares, la lucha de los familiares y la denuncia implacable de los compromisos de impunidad de todos los gobiernos con los militares. Más recientemente, esto fue revalidado por las grandes movilizaciones contra la aplicación del beneficio del 2×1 a los militares y la revocación de la prisión domiciliaria otorgada al vigilante y torturador Etchecolatz.

La ex integrante de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) habla ahora para darle aire al operativo de impunidad oficial, dirigido a reintroducir a las Fuerzas Armadas en la represión interna, en vísperas de otro 24 de Marzo. En el pasado, Fernández Meijide fue mentora de la “teoría de los dos demonios” durante el alfonsinismo, que equiparaba los atentados de los grupos guerrilleros con el genocidio sistemático urdido por los militares con el apoyo de los grandes grupos capitalistas locales, el imperialismo y la complicidad de los partidos patronales y el clero.

El Encuentro Memoria Verdad y Justicia, que se movilizará masivamente frente a estas avanzadas del gobierno y sus socios opositores, lleva entre sus banderas principales la cárcel común a los genocidas –el único lugar que les corresponde.